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23nov05
Quería ser indemnizada pero quedó detenida, acusada de torturadora.
Una mujer que había reclamado ante la Secretaría de Derechos Humanos una indemnización como supuesta prisionera política de la última dictadura, fue detenida por orden del juez federal con asiento en Tucumán, Jorge Parache, acusada de haber actuado como interrogadora y torturadora en el Arsenal Miguel de Azcuénaga de esta provincia.
En el centro clandestino de detención que, desde 1976 hasta 1979, funcionó en esa dependencia del Ejército desaparecieron 254 personas, según familiares de las víctimas.
La detenida, Leoni Susana Auad, arquitecta de 53 años que trabaja en la Municipalidad de la capital tucumana, es la primera mujer detenida en el país en relación con crímenes de lesa humanidad cometidos en esos años.
La actuación en el Arsenal Miguel de Azcuénaga de una mujer conocida sólo como Estela, Piturra o La Flaca, quien habría participado de los interrogatorios y los tormentos a los detenidos, era conocida por los testimonios ante la Conadep de los ex gendarmes Antonio Cruz y Omar Torres, y de algunos otros detenidos que sobrevivieron.
En una reciente ampliación de su testimonio, Torres indicó además que la Piturra salía con los grupos de tareas militares a secuestrar gente. Pero no había pruebas de su verdadera identidad.
"Esas pruebas las aportó ella misma", le dijo a Clarín Laura Figueroa, abogada de familiares de desaparecidos.
En 2003 Auad reclamó ante la Secretaría de Derechos Humanos la indemnización prevista en la ley 24.043 para los presos de la última dictadura. Acreditó su condición de tal con una sentencia de una jueza provincial obtenida en un trámite judicial que se conoce como de información sumaria.
Ante la jueza, Auad había entregado como pruebas de que había estado detenida un hábeas corpus presentado por su madre en 1976, testimonios de dos ex compañeros de la Facultad de Arquitectura que decían que no asistió a clases ese año, copias de un escrito judicial donde la madre de un desaparecido informaba que una tal Estela, alias Piturra, la había telefoneado para decirle que su hijo había muerto en el Arsenal y los testimonios de los gendarmes. "La Piturra soy yo", le aclaró Auad a la jueza.
Una duda que se les plantea a los investigadores y a los familiares de desaparecidos es si Auad, oriunda de la localidad jujeña de Libertador General San Martín, habría sido una militante "quebrada" o una infiltrada de los servicios de inteligencia en el movimiento estudiantil.
La declaración indagatoria de Auad estaba prevista para ayer al mediodía, pero fue "suspendida" hasta hoy a las 8.30, según dijeron a Clarín sus abogados Ezequiel Avila Gallo y José Manuel Molina, al objetar ellos que a su defendida "no se le imputa ningún hecho concreto".
[Fuente: Clarin, Bs As, Arg, 23Nov05]
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