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16abr12
Un ex conscripto vio cuando se llevaban a Clara Anahí
Un ex conscripto platense que hacía el Servicio Militar Obligatorio en el Regimiento 7 de La Plata reveló hoy que fue testigo del momento en que un hombre de civil se llevaba a un bebé envuelto en una manta de la casa de la que fue robada Clara Anahí, el 25 de nombre de 1976. "Es un testimonio que he esperado durante tantos años, que alguien dijera la verdad, que alguien dijera lo que vio", afirmó su abuela, María Isabel Chorobik de Mariani -Chicha Mariani-, fundadora de Madres de Plaza de Mayo y de la fundación Anahí.
Juan Carlos Elso, jugaba al fútbol en Gimnasia y Esgrima La Plata en 1975, cuando lo llamaron a hacer la conscripción, y declaró hoy en el juicio que se le sigue a 26 represores por el Circuito Camps y a través de una video conferencia que se realizó desde Cochabamba, en Bolivia.
El testigo vive en Potosí, donde es director técnico de fútbol infantil, y habló ante la presencia del cónsul argentino en Cochabamba, Daniel Horacio Baleirón, y el juez Carlos Rozanski, mientras que en La Plata los jueces Roberto Falcone y Mario Portela quedaron a cargo del debate.
Elso contó que lo llevaron al tiroteo y recordó que, media hora después de que las fuerzas conjuntas tiraran unos explosivos antitanque, un cabo le ordenó que fuera de consigna en la puerta del garage de la casa de calle 30 entre 55 y 56.
"Había una citroneta agujereada", describió y afirmó que, estando en aquel lugar, vio salir a un hombre de civil, de pelo largo, claro y enrulado, cargando un bulto que era un bebé envuelto en una manta.
El testigo fue más preciso. Dijo que se dio cuenta que la carga era un bebé por la forma en que era llevada y dijo que la colcha con la que había sido arropada la criatura era de color fucsia con detalles de color verde.
Agregó que el desconocido llevó al bebé a una camioneta que no era del Ejército Argentino, o que al menos no estaba identificada, y que se retiró de inmediato del lugar.
Elso explicó que primero estuvo de consigna en una casa de la vuelta y luego en la puerta del garage de la vivienda en donde, en una doble pared del fondo, funcionaba la imprenta de Montoneros. "No me aguantaba la curiosidad y entonces entraba y salía de la casa", afirmó. Y dijo que llegó a ver las piernas de un hombre muerto.
Además, afirmó que hay más testigos que saben lo ocurrido y nombró al cabo primero Bazán, el jefe de enfermería al que él reportaba. "Estabamos en el rancho y los comentarios que habían era que no se explicaban cómo el bebé había salido ileso después de tanto tiroteo. Ahí relacioné lo que había visto", aseguró.
"No encontrábamos explicación, porque el cabo Bazán había dicho que el bebé estaba vivo, que estaba bien", describió.
[Fuente: Por Miguel Graziano, Diagonales, Bs As, 16abr12]
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