06mar12
Sinopsis de la 35.ª audiencia del juicio por crímenes contra la humanidad cometidos en el circuito Necochea.
Juicio del circuito represivo Necochea,
Comisaría Cuarta y Base Aérea
Audiencia del 06 de marzo de 2012Eduardo Salerno identificó al ex jefe de operaciones del GADA 601, Alfredo Manuel Arrillaga, como la persona que lo interrogaba durante la sesión de tortura que sufrió en el centro clandestino de detención de la Base Aérea, conocido como La Cueva.
Lo vio por primera vez durante su detención previa en la comisaría 4ª. Narró que, el 24 de marzo del '76, desde su celda escuchó gente que caminaba y mucho silencio en el lugar. Había un hombre de ojos claros con un traje marrón de rayas verticales que, acompañado de una comitiva, señalaba algunas celdas. "Se notaba que tenía una jerarquía importante", destacó Salerno.
Ese mismo día lo sacaron en el piso de un Ford Falcon y lo trasladaron a La Cueva donde le aplicaron picana mientras lo interrogaban por su militancia en la Gremial de Abogados y sobre su colega y socio Jorge Candeloro. Salerno identificó la voz de quien le hacía las preguntas con la de aquel hombre que había visto en la Cuarta.
Tiempo después supo que esa persona era Alfredo Arrillaga cuando ya en el exilio, el abogado Armando Fertita le informó que el militar era el que comandaba los operativos. Más tarde lo vio comandando un desfile militar durante la presidencia, en democracia, de Raúl Alfonsín.
Salerno se había exiliado en Córdoba durante 1975 junto con Jorge Candeloro, escapando de una gran redada de la que fueron víctimas un grupo de abogados de Mar del Plata. Cuando decidió volver un grupo de personas armadas ingresó a su estudio y lo amenazaron: "¿sabés por qué no lo matamos a usted? Porque a través suyo lo vamos a encontrar a Candeloro", que todavía no había vuelto a la ciudad.
Finalmente lo secuestraron el 19 de marzo de 1976. "Me allanan la casa y me meten en un auto de la policía de la provincia de Buenos Aires", contó. Estuvo durante cinco días en la comisaría 4ª donde lo compartió cautiverio con Fertita y Amílcar González, lo sacaron para la tortura a La Cueva y lo regresaron a la dependencia policial donde permaneció durante tres días más hasta que lo llevan al penal de Sierra Chica, y posteriormente lo liberaron el 27 de septiembre.
Un destino parecido tuvo Armando Fertita, según relató su hijo Guillermo. "El 19 de marzo del '76 el ejército rodeó la manzana, ingresaron a la casa y realizaron un allanamiento violento", describió el secuestro de su padre del que fue testigo con tan solo 8 años. "A mí me pusieron un FAL en la cabeza", recordó. Luego lo llevaron desde la comisaría 4ª al penal de Sierra Chica hasta ser liberado en octubre de ese mismo año.
"Gente como Bataglia envenenaba la mente de los jóvenes"
En última instancia declaró el ex presidente del colegio de abogados Oscar Antonio Huerta que narró las gestiones que hacían para averiguar el paradero de los abogados que eran secuestrados. "Nos entrevistábamos con (el coronel Alberto Pedro) Barda", aseguró.
"Después de dos o tres entrevistas en las que fuimos a preguntar por Alfredo Bataglia, averiguó por teléfono y nos dijo que estaba en la Prefectura y que lleváramos un escribano", relató Huerta. "Cuando fuimos al lugar y lo vio el escribano, para que le firmara un poder para sus clientes, lo vio muy golpeado y con marcas de ataduras", recordó.
También mencionó que Barda les decía que "gente como Bataglia envenenaba la mente de los jóvenes". Y que "cuando le preguntamos por Candeloro se transformó y dijo que a ese ni se lo nombren".
Mar del Plata, 06mar12
Corresponsales del Equipo Nizkor
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