19sep11
Sinopsis de la 16.ª audiencia del juicio por crímenes contra la humanidad cometidos en el circuito Necochea.
Juicio del circuito represivo Necochea,
Comisaría Cuarta y Base Aérea
Audiencia del 19 de septiembre de 2011
Toccalino señalado al frente de la represión en Necochea "En el interrogatorio de la comisaría del centro estaba (el ex mayor del ejército Jorge Luis) Toccalino", aseguró Aníbal Del Prado que fue secuestrado en Necochea la madrugada del 9 de abril del '76 por un operativo de la bonaerense y del ejército que según la víctima fue comandado por el militar que lo interpeló en dicha dependencia policial. "La persona que tomaba nota preguntó '¿pongo eso Toccalino?' y él le respondió 'los apellidos no, pelotudo'", recordó el testigo ante el Tribunal Oral Federal de Mar del Plata.
Posteriormente fue trasladado a la comisaría IV de Mar del Plata en camión junto con Fulgencio Díaz, Vicente Povilaitis y Pedro Azcoiti. Allí fueron alojados en distintos calabozos de los que eran retirados para las sesiones de tortura. A Del Prado lo "sacaron" cuatro veces: tres fuera del destacamento y en una oportunidad en una sala contigua a los lugares en los que se encontraban secuestrados.
En la primera "me estaquearon con goma las manos y los pies, pusieron música muy fuerte y me torturaron con picana eléctrica", narró. También recordó que "se pusieron muy feroces cuando les contesté que militaba desde los 12 años, me humillaron mucho más". Dijo creer que esa vez, al igual que en dos oportunidades más lo llevaron a un caserón que está sobre el camino a Camet y que tuvo la posibilidad de reconocer tiempo después.
Contó que en la tortura que sufrió dentro de la comisaría IV "me ataron un cable al dedo gordo del pie y a los genitales y me hicieron pasar corriente, me golpearon y me daban pisotones en los pies". Por otra parte, afirmó que sus gritos se escuchaban desde los calabozos, según le contaron sus compañeros de cautiverio.
En tanto, Daniel Carlos Fuentes contó las torturas que recibió en la comisaría de la playa de Necochea, donde lo trasladaron luego de su secuestro en Lobería. "A la noche me sacan, me vendan los ojos con un trapo y me llevan a una sala con varias personas. Me hacen sacar la ropa, yo estaba esposado, me hacen acostar en un catre y me dan una vuelta con una cuerda que tenía una cruz en la punta que me la apoyan en los genitales y me hacen pasar corriente", describió. La sesión terminó cuando se descompensó.
Más tarde fue trasladado a la comisaría IV de Mar del Plata donde lo alojaron en un calabozo junto con Oscar Aramburu. Ahí no recibió torturas pero dijo que "venían a buscar gente y se los llevaban para interrogar".
Su familia se enteró que estaba en la comisaría IV y en una oportunidad recibió la visita de sus padres y su novia. Estos habían logrado la autorización gracias a las reuniones que tenían con el capitán Fortunato Valentín Rezzet en el GADA 601. Cuando lo liberaron, también lo estaban esperando en la puerta: "se tienen que haber enterado por el GADA", especuló.
El caso de Amílcar
Antes había declarado Oscar Alberto Gastiarena que se desempeñaba como jefe de redacción del diario La Capital al momento del secuestro del periodista Amílcar González el 25 de marzo del '76. Confirmó que ese medio publicó la noticia y que a los pocos días le enviaron un telegrama a la víctima para que se presentara a trabajar.
Además narró los hechos que lo llevaron a entrevistarse con el coronel Aldo Carlos Máspero en el GADA 601 luego de un operativo en el diario El Atlántico, donde Gastiarena trabajaba en el año '78, en el que le ordenaron presentarse en la oficina del represor a la mañana siguiente junto con el director del medio. "Ingresamos y nos empezó a humillar, nos dijo que nos tenía bajo la lupa y que podíamos terminar en una zanja", afirmó.
El abogado Jorge Luis De la Canale, en tanto, relató sus encuentros con Amílcar González en el destacamento 9 de Julio cuando iba a ver a cuatro defendidos suyos que se encontraban a disposición del Poder Ejecutivo Nacional al igual que el periodista. Aseguró que estuvo 12 o 15 días en ese lugar y que después no lo vio más. "Yo lo hice pasar a José Luis Ponsico (amigo de Amílcar) como mi secretario para que pudiera hablar con él", contó.
Mar del Plata, 19sep11
Corresponsales del Equipo Nizkor
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