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30dic18
En el "Operativo Balboa" están involucrados varios finqueros
Ayer se conocieron mayores detalles del "Operativo Balboa", en lo que constituyó el golpe del año al narcotráfico en Salta. En los procedimientos realizados el jueves último en el sur de la provincia, donde se descubrió el mayor centro de acopio de cocaína y marihuana, se pudo establecer que la poderosa organización criminal había logrado estrechar aceitados vínculos con varios productores agrícolas del departamento de Rosario de la Frontera para utilizar sus fincas como la principal posta para "enfriar" la droga.
En los allanamientos practicados durante toda la jornada del jueves, el personal de Gendarmería Nacional (con un fuerte apoyo del Ministerio de Seguridad de la Nación) descubrió que la banda contaba con un sistema perfectamente diseñado para burlar los controles de las fuerzas de seguridad.
Algunas fincas eran utilizadas como pistas de aterrizajes de las avionetas que transportaban la cocaína desde el Estado Plurinacional de Bolivia y la marihuana, desde la República del Paraguay. Los hangares para guardar las aeronaves estaban construidos en otras propiedades, lo mismo que los sitios de acopio de los estupefacientes, a una distancia de entre 20 y 30 kilómetros de distancia una de otra.
Cuando una avioneta llegaba con un cargamento, en la pista de aterrizaje ya estaban las camionetas para transportar la droga por caminos internos a los acopiaderos. Allí la ocultaban en pozos de dos metros de profundidad protegidos con bolsas de plástico, tapas de madera y taponados con tierra. Con este "modus operandi" se lograba lo que en la jerga del narcotráfico se conoce como "enfriamiento de la droga".
La modalidad que utilizaban para evitar que los descubrieran era que la avioneta aterrizara y despegara rápidamente de las pistas clandestinas. Por lo general, se dirigía hasta los hangares, donde la organización contaba con un equipo técnico especializado que verificaba el estado de la nave y la recargaba de combustible para que emprendiera el retorno a Bolivia.
"Lo que se pudo comprobar es que la organización contaba con un poder económico poderoso y por eso podía realizar semejante despliegue logístico y comprometer a varios finqueros de la zona para ingresar la droga y acopiarla en distintos lugares", expresó a El Tribuno el fiscal Ricardo Toranzos, quien tuvo a su cargo la manija de la investigación, con la intervención del juez federal N§ 2, Miguel Medina. El funcionario explicó en estos término el concepto de "enfriar la droga": "Lo que hacen las grandes bandas de narcotraficantes es ingresar los estupefacientes y acopiarlos por un tiempo en determinados lugares para luego distribuirlo a los principales centros de consumo del país".
En este caso, lo que los investigadores sospechan es que los productores de soja y porotos involucrados con la organización camuflaban la droga entre los cereales que transportaban en camiones al puerto de Buenos Aires. Un detalle que no pasó desapercibido para los investigadores es el hecho de que las fincas donde operaba la red narco están ubicadas entre El Naranjo y Rosario de la Frontera. Con ello lograban sortear el principal puesto de control de Gendarmería en la ruta nacional 34.
El centro de acopio
En los allanamientos del jueves, los efectivos de la Agrupación VII Salta de Gendarmería Nacional descubrieron que el principal centro de acopio de los cargamentos de estupefaciente estaba en la finca Bella Vista, de propiedad de la familia Mateo, ubicada al noroeste de Rosario de la Frontera. Allí encontraron 362 kilos de cocaína y 45 kg de cocaína que estaban enterradas en varios pozos excavados en un sector cubierto por una tupida vegetación.
Se trataba del cargamento que momentos antes había dejado una avioneta que los gendarmes vieron aterrizar y despegar rápidamente desde otra finca situada a unos 20 kilómetros de la primera. Los efectivos pudieron establecer la modalidad del entierro de la droga por las huellas de las camionetas y por las pisadas frescas de personas que conducían a un sector del monte. El rápido despliegue de los gendarmes posibilitó que llegaran en el momento justo cuando dos de los imputados terminaban de sepultar en los pozos las bolsas de plásticos con los "ladrillos" de cocaína y marihuana.
A partir de la detención de las cinco personas que se hallaban en Bella Vista, se multiplicaron los allanamientos en otras fincas vecinas, entre el puesto de control de Gendarmería de El Naranjo (en la ruta nacional 34) y la ciudad de Rosario de la Frontera. Fue así que encontraron las pistas de aterrizajes perfectamente acondicionadas con ripio y los hangares. En uno de ellos había cuatro avionetas que estaban acondicionadas para el transporte de la droga, además de abundante combustible para su reaprovisionamiento. En el lugar detuvieron a los técnicos que la organización había contratado para el mantenimiento de las aeronaves, además de otros elementos de utilidad para la causa. En el procedimiento realizado en Bella Vista y en las otras propiedades, Justicia Federal de Salta ordenó el secuestro de cuatro camionetas 4x4 y maquinarias agrícolas. También incautaron 27.000 dólares estadounidenses y 7.200 pesos argentinos y otros objetos de valor, como joyas, celulares, computadoras, etc.
En el marco de las investigaciones hubo allanamientos en los departamentos Orán y San Martín donde detuvieron a más personas.
Hasta el momento son 10 los imputados, se informó.
[Fuente: Por Rubén Arenas, El Tribuno, Salta, 30dic18]
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