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21nov16
Le incendiaron el auto a la dueña de una radio que denunció los lazos políticos de un narco
El largo brazo del narcotráfico sigue golpeando en esta provincia. Con la venta de drogas y las luchas por el control del comercio, que riegan de sangre y violencia el territorio. Y también, con amenazas a quienes se oponen desde fuera del negocio. Eso ocurre en San Lorenzo, en el norte del Gran Rosario. A una periodista le incendiaron el auto la semana pasada. Y a la hija de un senador departamental le robaron el vehículo y lo usaron para repartir sustancias al menudeo.
Esos hechos trajeron del recuerdo el ataque incendiario sufrido hace cuatro años por el periodista Marcelo Remondino, a cuya casa arrojaron dos bombas molotov. Y el atentado armado contra la vivienda de Emanuel Soverchia -también periodista, pero de Cañada de Gómez- en julio pasado. Ninguno de esos hechos fue esclarecido. Los sucesos reavivaron, además, las sospechas de algún grado de complicidad entre el narcotráfico y el poder local.
Dijo el senador provincial Armando Traferri: "En San Lorenzo no se puede hablar del narcotráfico. Lo que le pasó a la periodista Gloria de los Ríos, y su intención de irse de la ciudad, habla a las claras de la gravedad de la situación que estamos viviendo. Esto se suma a los atentados que sufrieron el dueño de un diario y de un par de radios. En esta ciudad se hacen ordenanzas a medida de Delfín Zacarías", el capo narco al que se le atribuyen contactos fluidos con la política local.
De los Ríos, titular de FM Horizonte San Lorenzo, sufrió el incendio de su Ford EcoSport, que estaba estacionada en el ingreso a la cochera de su casa. "Veo cosas muy terribles que pasan y tengo mucho miedo de verdad. Hace 30 años que trabajo de esto y estoy muy asustada. Fue algo de mucha violencia. Realmente creí que se iba a prender fuego toda la casa, algo desesperante. Fue un atentado: la policía encontró un bidón de nafta, alguien lo hizo a propósito y la carátula de la causa es daño intencional", dijo la periodista.
Fuego a la madrugada
Según su denuncia, a las 2 del martes pasado escuchó una explosión y cuando salió de la vivienda, ubicada en el mismo edificio en el que funciona la radio, encontró que las llamas que salían de su auto tenían casi dos metros de altura. "Es un claro mensaje mafioso", afirmó.
La periodista sostuvo que el ataque podría estar relacionado con información que se difundió en su radio y en el canal sobre las obras que financió el Zacarías en San Lorenzo, como la del barrio Villa Felisa, donde aportó para la construcción de una plaza en la que -incluso- se instaló una placa con el nombre de la hija de Delfín. Según denunciaron en San Lorenzo, a cambio de la plaza el municipio y el Concejo Deliberante le dieron una excepción al código urbano para que levantara un gimnasio de tres pisos en una zona rural.
"Sería interesante que se revisen los informes que hicimos, porque tienen relación con eso. Con el narcotráfico y con cuestiones políticas. Veo cosas muy terribles y tengo mucho miedo, de verdad. A partir de la madrugada de ese día tengo un móvil policial de custodia. Nunca antes había recibido amenazas. Pero estas cosas no se avisan", comentó De los Ríos, angustiada.
La Comisión de Libertad de Expresión y Formación Profesional del Sindicato de Prensa Rosario expresó su "condena y repudio" por los hechos de violencia. En un comunicado, sostuvo: "Interpelamos a los organismos encargados de la seguridad ciudadana a dar inmediata respuesta a este hecho, y a su esclarecimiento. El ataque, el amedrentamiento, las amenazas y poner en riesgo la vida de los trabajadores de prensa son acciones destinadas a silenciar, a tapar voces y a golpear el trabajo periodístico en su más profunda esencia, por cuanto ese golpe es también hacia el derecho a la información de toda la sociedad".
El senador Traferri, uno de los que se solidarizó con De los Ríos, recordó que a su hija le habían robado el auto en Alberdi y tres días después lo encontró en Capitán Bermúdez, donde era usado para el delivery de drogas. Por tanta impunidad, no descartó la complicidad entre el poder político y el narcotráfico: "No fue la primera vez. Ya me quemaron tres autos en una cochera. Es imposible que esto ocurra sin complicidad en algún escalón".
[Fuente: Por José E. Bordón, La Nación, Santa Fe, 21nov16]
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