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12jun16
Sicarios provenientes de Bolivia dejan un muerto y un herido grave
Vecinos aseguran que liberaron la zona para permitir el paso de miles de kilos de cocaína al mes. Al igual que en Orán, el bagayeo se convirtió en la primera fuente laboral de criollos y aborígenes.
Una persona vastamente conocida en Tartagal entre la comunidad de "chaqueños" fue hallada sin vida, mutilada por arrastre y flagelada en sus partes íntimas, a metros de la frontera con Bolivia, en la localidad de Hito 1, ubicada en el punto tripartito entre Argentina, Bolivia y Paraguay.
Fuentes del lugar revelaron ayer a El Tribuno que el hallazgo lo realizó un aborigen de la etnia wichi, que transitaba una picada paralela a la ruta provincial.
Según la fuente, el aborigen halló el cuerpo de una persona sin vida, con evidentes signos de haber sido torturada y arrastrada por cientos de metros por una camioneta, que finalmente se detuvo en el lugar donde desengancharon el cuerpo.
Según fuentes de la investigación consultadas por este medio, aparentemente la víctima del más sanguinario ajuste que registre la zona en los últimos 20 años se hallaba aún con vida cuando fue abandonada, ya que se lo encontró completamente ensangrentada.
El crimen, según la investigación preliminar, se habría cometido en la tarde del jueves, antes de las 16.30, y por las huellas dejadas sobre el polvoroso camino vecinal se estableció que los autores del brutal homicidio ingresaron en un vehículo desde la República de Bolivia, y para sorpresa de muchos no fue el único delito que cometió la banda de sicarios, ya que poco antes del crimen del "chaqueño" Ale habían baleado a un puestero de la zona, quien fue emboscado en el monte y recibió una lluvia de disparos de diversos calibres, que lo alcanzaron en la cabeza y en el abdomen, aunque al parecer el gaucho logró huir del lugar y llegar a un puesto donde recibió ayuda.
El herido fue asistido por familiares y trasladado en forma particular desde ese punto de la frontera seca con Bolivia hacia el hospital zonal. Según se desprende del parte oficial, ante el desesperante cuadro el médico que lo atendió solicitó un vuelo sanitario de emergencia para trasladar al herido.
La víctima del ajuste fue intervenida quirúrgicamente horas después de la agresión armada y el viernes se recuperaba lentamente en el hospital Juan Domingo Perón de Tartagal.
Al parecer, tanto el crimen del chaqueño "Ale" como la tentativa de homicidio contra un supuesto familiar suyo fueron perfectamente planeadas por los agresores o sicarios, quienes los sorprendieron en una zona de monte del Chaco argentino boliviano.
El tartagalense, conocido en el ambiente delictivo como Ale J., a quien supuestamente le endilgaron deudas con el clan que maneja el contrabando en la frontera chaqueña, no pudo huir de la emboscada y sobre él descargaron la furia por una importante suma de dinero o droga perdidos en los últimos días, comentó una fuente de la frontera entre los tres países.
El informe
A las 20.50 del jueves el agente García comunicó por vía radial al comisario Miguel Flores sobre el hallazgo, solicitando personal de Criminalística.
De ese informe se desprende que quien informó del brutal homicidio en la frontera en primera instancia fue Gendarmería Nacional, cuyo puesto de control se ubica a poco menos de dos kilómetros del lugar de los hechos.
El sector es denominado en los mapas de Gendarmería Nacional como Línea 2.
En el caso del herido con arma de fuego, se supo que se trataría de Orlando Palma, quien aún consciente relató que sintió una andanada de disparos y que fue alcanzado por algunos, buscando amparo en la vivienda de su madre, quien a la vez posee el mismo apellido de la víctima mortal del supuesto ajuste de cuentas.
El fiscal de la causa ordenó que se le tome declaración y que identifique a las personas que horas antes le habrían acercado un alerta de muerte inminente.
Por la gravedad de las heridas la declaración quedó pospuesta. Fuentes consultadas en Tartagal afirmaron que la relación estrecha entre uno y otro caso recalientan aún más la zona de frontera, donde al parecer la ley se escribe con sangre.
El móvil podría ser delación o mejicaneada
En esa zona de frontera, antes inhóspita y olvidada, los clanes de la droga pusieron ya su impronta y comenzaron a rubricar los hechos con mensajes brutales, difíciles de olvidar.
Fuentes de la zona aseguraron a este medio que la droga ingresó para consumo de la juventud hace unos años.
Hoy muchos de esos jóvenes iniciados están vinculados con el tráfico fronterizo.
La fuente asegura que se trata de un tráfico hormiga, en el que tanto criollos como aborígenes trasladan mochilas con pequeñas cargas y las abandonan en lugares cercanos a la ruta, ya sobre territorio nacional, y salteando el control de Gendarmería Nacional de Hito 1.
Luego las mochilas son recogidas. Se cree que allí se producen la mejicaneadas o robos de la carga, o la delación de los que la recogen.
[Fuente: Por Miguel Escalante, El Tribuno, Salta, 12jun16]
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