EQUIPO NIZKOR |
|
24mar10
Incautan 419 kilos de cocaína dentro de dos camiones cisterna
Trepados en las copas de añosos lapachos durante casi seis horas, cuatro gendarmes del Escuadrón 54 "Pocitos" provistos con visores nocturnos advirtieron cómo una banda de narcotraficantes acondicionó en dos camiones cisterna un cargamento de más de 400 kilos de cocaína. Los gendarmes ya venían siguiendo el movimiento de estos dos camiones de empresas bolivianas que varias veces habían cruzado, vacíos, la frontera, para luego seguir viaje hasta el puerto de Buenos Aires. Allí cargaban combustible y regresaban a Bolivia.
Pero esta vez no llegaron lejos. A unos 15 kilómetros del sitio donde cargaron la droga fueron interceptados y la cocaína decomisada. Por el caso hay cuatro detenidos: un ciudadano argentino y tres bolivianos.
El operativo había comenzado cuando el jefe del Escuadrón 54, Manuel González, destinó a cuatro gendarmes para que vigilaran el paso de esos camiones. Se esperaba que entraran a la Argentina el viernes, pero llovió durante todo el fin de semana y recién cruzaron la frontera el lunes a la noche.
Como un trámite de rutina, los camiones pasaron por el escáner de la Aduana, donde se verificó que no llevaban ningún tipo de carga. Luego los camiones salieron de Salvador Mazza y, dos kilómetros más adelante ingresaron a una playa de estacionamiento para transportes con cargas peligrosas. Fue allí donde los gendarmes se treparon a los árboles amparados por la oscuridad de la noche y con los visores nocturnos.
Cuando los choferes y ayudantes de unos cien camiones cisterna estacionados en el lugar (cada día cruzan la frontera unos 300 vehículos de este tipo), ya se iban a dormir, los gendarmes vieron que un auto abandonaba la playa. Un rato después el auto volvió y casi simultáneamente se produjo un apagón que dejó el sitio a oscuras.
Fue entonces cuando los gendarmes vieron que bajaban unos bultos del auto y los metían dentro de las cisternas de los camiones. La maniobra se repitió dos veces más y siempre precedida por apagones.
"El argentino detenido es el encargado de la playa de estacionamiento, que también usó su auto para ir a buscar las bolsas con cocaína. Y él mismo provocaba el apagón para que el resto de los camioneros no advirtieran cómo sus cómplices subían las bolsas al techo de la cisterna y las ocultaban detrás de los rompeolas (especies de mamparas internas que evitan que los líquidos desequilibren al camión cuando viaja cargado)", explicó a Clarín, el segundo jefe de la VII Agrupación Salta, Claudio Maley.
"La información que transmitían vía celular los gendarmes que estaban arriba de los árboles, era evaluada con la superioridad. No hicimos el procedimiento en la playa porque no estábamos seguros de lo que se estaba cargando y si esa era toda la carga. A la 1,30 (de ayer), los dos camiones se movilizaron y salieron a la ruta. Se los paró 15 kilómetros al sur de Mazza, en el paraje Caraparí", explicó el jefe del Escuadrón 54, comandante Manuel González.
Como la tapa superior de las cisternas tiene apenas cincuenta centímetro de diámetro, los gendarmes debieron recurrir al más delgado del escuadrón para que entrara en el tanque y localizara la droga. A poco de entrar el oficial sacó ocho bolsas de una cisterna y cuatro de la otra. En total contenían 349 paquetes de cocaína de un alto grado de pureza que en total pesaron 419 kilos con 335 gramos.
"Creemos que los narcos están usando cada vez menos los vuelos clandestinos. En cambio entran la droga de a poco y cuando acopian una cantidad la cargan en camiones que previamente pasaron la frontera vacíos para eludir la detección con escáner. Luego la llevan a Buenos Aires y desde allí a Europa por barco", concluyó Maley.
[Fuente: Clarin, Bs As, 24mar10]
 | This document has been published on 03Jul10 by the Equipo Nizkor and Derechos Human Rights. In accordance with Title 17 U.S.C. Section 107, this material is distributed without profit to those who have expressed a prior interest in receiving the included information for research and educational purposes. |