 | Este documento ha sido publicado el 11jul05 por el Equipo Nizkor y Derechos Human Rights |
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21jun05
Acerca de la Inconstitucionalidad de las leyes de “Punto Final” y “Obediencia Debida”.
La aplicación en nuestro continente de la ideología de la seguridad nacional, los militares, a instancias de el poder político y económico internacional y nacional, llevaron adelante un plan sistemático de represión. Bajo el concepto de guerra total , las fuerzas armadas desaparecieron miles de personas, crearon centros clandestinos de detención, se apropiaron de bebes nacidos en cautiverio, emplearon los vuelos de la muerte, torturaron, hostigaron psicofísicamente a los familiares, amigos y compañeros; infundieron el terror a todo el pueblo, enviaron al exilio y persiguieron a cientos de miles personas… en fin aplicaron el terrorismo de estado. Cometieron el delito de genocidio, crímenes de lesa humanidad, crimen contra nuestro pueblo, violaron los derechos humanos.
El objetivo básico era truncar las reivindicaciones del pueblo Argentino y cortar su lucha en lograr mejores condiciones de vida; para aplicar un modelo económico que nos lleva a la pobreza extrema.
El pueblo argentino resistió desde el comienzo a este plan, creando nuevas organizaciones de DD.HH. ( entre las cuales se encuentra el movimiento ecuménico por los derechos humanos ) que se agregaron a las ya existentes. Juntos a otras organizaciones, sociales, gremiales, culturales, religiosas y políticas configuraron el eje de la resistencia. Emerge con mucha fuerza las madres de la plaza de mayo. La conciencia era clara: no se podía dejar pasar por alto este genocidio. Vale la pena una reflexión los militares se creyeron que eran el poder real; con tal motivo actuaban como dioses que podían disponer de la vida de nuestro pueblo. Adoptaron un sentido mesiánico en su accionar. Pero cometieron un grave error son los payaso del circo, no los dueños. La resistencia, la lucha por los DD. HH. fue tomando diferentes formas.
Con la recuperación de la democracia formal, las expectativas de la aparición con vida, se desmoronó al poco tiempo, se forma la CONADEP, en su investigación surge el libro NUNCA MAS. Se constituye el juicio a las juntas y se condena a sus principales responsables. Se abrieron causas y enjuiciaron a militares; están involucrados en estos juicios más de 1200 militares. El malestar militar se hace sentir, se sanciona la ley de Punto Final (23.492) el 24-12-86. El malestar sigue y los “caras pintadas” le imponen al Dr. Alfonsín, presidente de la Nación, la ley de Obediencia Debida (23.521) sancionada el 4 de junio de 1987. A todo esto las movilizaciones van y vienen a lo largo y ancho de la república. Los juicios en curso se cierran, se interrumpen. La condena a los miembros de la juntas se mantiene firme. El broche final de este procedimiento impune lo da los indultos del presidente Menen en 1989; la reacción fue una gran movilización, una de las más numerosas en la Ciudad de Buenos Aires, como asimismo en todo el país. La impunidad reinaba por doquier. La lucha continua, se manifiesta en el reclamo popular de anular las leyes en cuestión, como asimismo que sean declaradas inconstitucionales. En relación a los indultos se pide que se dejen sin efecto. Esta duró varios años, donde la firmeza, la constancia: “ la lucha que se pierde es la que abandona”, permitió que este triunfo sea coronado con éxito. Largo fue esta insistencia, esta tenacidad y convicción que la impunidad no podía quedar impune.
Varias son las instancias para que la corte suprema de justicia declare inconstitucional las leyes a las que nos referimos. Se pueden mencionar, la declaración de inconstitucionalidad por varios jueces de primera instancia, el intento de nulidad en el congreso en 1998, para ser anuladas finalmente el 25-08-03. Como consecuencia de la nulidad se reabren las megas causas Esma y Primer Cuerpo de Ejercito, en las que el MEDH es querellante y participa activamente. Asimismo se reabrieron otras causas en varias provincias, en fin es un movimiento de acciones judiciales con el objeto que los responsables de los hechos aberrantes del terrorismo de estado no quede impune. Con el fallo de la corte estos juicios quedan firmes y da lugar a una profundización. Queda en pie aún los indultos a los militares, ya hay acciones para que quede sin efecto. El nunca mas se hace “visible” con esta reivindicación fruto de la lucha de muestro pueblo; la tarea inmediata es comenzar con los juicios a los dueños del circo, que utilizaron a los militares como carne de cañón. La lucha continua.
Buenos Aires, 21 de junio de 2005
Pastor José N. De Luca
Coordinador General del MEDH
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