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24sep19
Lona antes de la sentencia: "No pido clemencia sino justicia"
En la última jornada del juicio al exjuez federal Ricardo Lona, acusado de no investigar el secuestro y la desaparición del ex gobernador de Salta Miguel Ragone en marzo de 1976, el acuso tomó la palabra antes de la lectura del veredicto, estipulada para las 17.
Así, minutos antes del último intervalo y después de que su defensa pidiera su absolución, leyó una manifestación en la que se dirigió a los jueces y les pidió "justicia" en lugar de "clemencia". "Señores jueces, no pido clemencia sino justicia, nada más", expresó en su exposición que duró alrededor de veinte minutos.
"Una trama infame ha logrado involucrarme. Se valió de un falaz reclamo, carente de todo sustento. Comenzaron a urdirla a comienzos de 2004 los dos jueces federales en Salta y un abogado estrechamente vinculado a la cúpula policial de los años setenta. Se pusieron de acuerdo para que alcanzara los 70 años y pudiese gozar de la prisión domiciliaria, tal como ocurrió", exclamó y luego dio su versión detallada de los hechos.
"Está en ustedes señores jueces impedir que el relato nacido de la mentira, la intriga y la imaginación ideologizada tape la realidad. Si no es así, no voy a llorar un contratiempo, por injusto que sea. Estoy moralmente preparado para enfrentar la adversidad y luchar por la verdad y la justicia como lo vengo haciendo de muchos años atrás. De no lograrlo, será la historia la encargada de poner las cosas en su juicio. Señores jueces, no pido clemencia, sino justicia, nada más", concluyó.
En la última audiencia, desarrollada el 10 de septiembre pasado, el fiscal penal federal Carlos Amad solicitó 15 años de prisión, mientras la querella reclamó que se lo considere directamente culpable de homicidio y reciba prisión perpetua.
Lona llegó al proceso, a cargo del Tribunal Oral Federal 2 integrado por Gabriel Casas, Gabriela Catalano y Juan Carlos Reynaga, imputado de prevaricato, encubrimiento y omisión de perseguir a los responsables del secuestro y la desaparición de Ragone, ocurridos el 11 de marzo de 1976, casi dos semanas antes del golpe de Estado de la última dictadura militar.
El 11 de marzo de 1976, cerca de las 8, Ragone fue interceptado cuando salía de su casa en su auto Peugeot 504, en el que se dirigía a trabajar. Los captores abordaron el rodado, lo inmovilizaron y luego, desvanecido, lo tiraron en la parte posterior.
La empleada de comercio Margarita Martínez y el comerciante Santiago Arredes, dueño de un almacén, salieron a la calle a ver qué ocurría. Incluso Arredes salió en defensa de Ragone, pero los captores les dispararon a ambos: mataron a Arredes de un balazo en el pecho e hirieron a Martínez con una ráfaga de ametralladora.
[Fuente: El Tribuno, Salta, 24sep19]
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