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07ene11
Detenidos los pilotos de un avión argentino con 900 kilos de cocaína
La Guardia Civil ha detenido en el aeropuerto de El Prat a los dos pilotos de un avión argentino de transporte médico privado en cuyas bodegas viajaba un gran cargamento de más de 900 kilos de cocaína. El aparato, que volaba para la compañía argentina de traslados médicos Medical Jet, llegó hace días a Barcelona procedente de Cabo Verde, archipiélago de la costa africana en el que, según todos los indicios, el avión cargó la droga.
Además de los dos pilotos, ambos de nacionalidad argentina, los agentes del instituto armado han arrestado también a una tercera persona que viajaba en el avión y de la que no ha trascendido su identidad. Los dos pilotos detenidos son Gustavo Juliá, uno de los principales accionistas de la compañía, y su copiloto Gastón Miret. Los dos son hijos de dos militares que ocuparon hace años relevantes cargos en la Fuerza Aérea argentina y que estuvieron también vinculados presuntamente a hechos delictivos.
Gustavo Juliá es hijo del brigadier retirado José Juliá, jefe de la Fuerza Aérea argentina de 1989 a 1993, durante la presidencia del peronista Carlos Menem, y Gaston Miret es hijo del también brigadier José Miret que ocupó el cargo de secretario de Planeamiento durante la terrible dictadura militar.
José Juliá fue convocado en 1998 ante la Comisión anti-mafia de la Cámara de los Diputados de Argentina por su presunta relación con uno de los mayores delincuentes de la historia reciente argentina, Alfredo Yabrán. El Congreso se interesó especialmente por la vinculación del brigadier Juliá con una empresa aeroportuaria que Yabrán había reconocido como suya y desde la que se realizaron numerosas operaciones mafiosas.
Yabrán, denunciado incluso por algunos ministros como un "intocable" durante la etapa de Menem al frente del Gobierno, con quien compartía orígenes sirios, se suicidó de un tiro en la boca en 1998 cuando iba a ser detenido por la policía por el asesinato del fotógrafo José Luis Cabezas. Muchos argentinos creen, sin embargo, que sigue vivo y escondido, dirigiendo sus negocios criminales.
El brigadier Juliá, que falleció hace cuatro años, fue también investigado por un presunto fraude en la obra social de los jubilados (PAMI), en la que ocupó un cargo importante tras su retiro militar. La obra social fue intervenida por el gobierno del también peronista Néstor Kirchner para poner fin a un verdadero escándalo de robo y desfalco.
El brigadier José Miret, padre de Gaston Miret, el copiloto detenido en Barcelona por la Guardia Civil, estuvo también relacionado con el general golpista paraguayo Lino Oviedo, investigado hace años por la DEA norteamericana (policía antidroga de los Estados Unidos) por su posible vinculación con el tráfico de narcóticos.
Portavoces de la Fuerza Aérea argentina aseguraron ayer a este diario que ni Gustavo Juliá ni Gastón Miret habían obtenido sus títulos de piloto en su academia militar.
[Fuente: El País, Madrid, 07ene11]
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