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04oct04
Durante las operaciones de búsqueda de Gramaglia, encuentran el cadáver de un mujer asesinada.
Cuando se hacía un amplio rastrillaje buscando el cuerpo o algún rastro de Dario Gramaglia, un kinesiólogo que desapareció hace doce días, la Policía recibió la denuncia del hallazgo de un cadáver.
En un principio los policías y el juez creyeron que podía tratarse del cuerpo que buscaban, pero el médico policial determinó que se trataba de un cadáver femenino enterrado hace un mes. Fue hallado a 20 kilómetros de San Luis y los primeros exámenes indican que la mujer fue asesinada.
El sábado, pasadas las 14, el conductor de un camión se detuvo a unos metros de un santuario del Gauchito Gil de la ruta Nacional 147, camino a San Juan, para rezar. Entonces percibió olor a podrido que venía de un montículo de tierra. Avisó a la Policía, que se trasladó al lugar con la expectativa de encontrar el cuerpo de Dario Gramaglia.
Los huesos de la mujer estaban semienterrados. Dos prendas femeninas y una sabana rosa cubrían partes de los restos, que fueron desgarrados por aves de rapiña. Luego de determinar que no se trataba de Gramaglia, se abrió una nueva investigación. Hasta el juez Jorge Sabaini Zapata se hizo presente en el lugar y dijo que fue por si se trataba de Dario Gramaglia.
El magistrado ordenó el viernes pasado la detención de Alberto Figueroa —esposo de la Secretaria Electoral Sonia Randazo— y de Daniel Martínez —pizzero en un negocio de Figueroa— a quienes les imputa el delito de "privación ilegítima de la libertad" en perjuicio del kinesiólogo.
Gramaglia, de 29 años desapareció el miércoles 22 de setiembre de su casa en el barrio 99 viviendas de San Luis. A las 22 había llegado en su auto y a las 23 salió a la vereda para sacar la basura. Según declararon los vecinos, fue la última vez que lo vieron. Vestía pantalón oscuro, camisa clara y calzaba pantuflas. Al día siguiente no fue a trabajar a la clínica ni a buscar a su hijo de 5 años a la escuela.
En su casa encontraron todo en orden y en la mesa había una tarjeta de crédito y pasajes a Córdoba de ida y vuelta, a donde debía dictar una clase de postgrado. En la casa habían, además, 2.500 pesos para una operación inmobiliaria.
Cuando sus familiares hicieron la denuncia, su papá —Walter Gramaglia— dijo a la prensa que su hijo mantenía una relación profesional y afectiva con Sonia Randazo, secretaria electoral, y que habría sido amenazado en mayo por su esposo, Figueroa.
Varios testigos dijeron a la Justicia que en la noche de la desaparición de Gramaglia, Figueroa —dueño de una pizzería— ordenó a sus empleados a cerrar a las 12 de la noche y que si "Sonia pregunta dónde estuve, yo vine a la pizzería".
"Entraba y salía de la casa a la madrugada en conpañía del pizzero, tenía la mano derecha inflamada y realizó una llamada telefónica a una hora extraña", habría declarado su empleada doméstica, según confiaron a Clarín fuentes judiciales. El jueves lavó su auto cuando nunca lo hacía, dijo otra testigo.
Los indicios configuraron un marco de sospecha tal que llevó al juez Sabaini Zapata a citarlo como imputado junto al pizzero. Sus abogados defensores le asesoraron abstenerse.
En las últimas horas la Policía avanzó en la búsqueda del cuerpo en el dique Paso de las Carretas, donde buzos tácticos nadaron hasta el fondo.
[Fuente: Clarín, Bs As, Arg, 04oct04]
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