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05abr08
Dictaron penas de entre 7 y 10 años de cárcel para los apropiadores y para un militar
"¡Silencio! ¡Se sientan o hago desalojar la sala!", gritó el juez Guillermo Gordo. Los familiares y amigos de María Eugenia Sampallo Barragán, una joven de 30 años que nació en un centro clandestino de detención durante la última dictadura, se fueron y dejaron al magistrado con el veredicto a medio leer. Estaban disconformes con la condena que el tribunal acababa de dictar contra el matrimonio que se apropió de la menor y contra el militar acusado de haberle entregado a la nena, luego del secuestro de sus padres.
Las penas dictadas por el Tribunal Oral Federal N° 5 fueron de 10 años de prisión para el capitán del Ejército Enrique Berthier; de 8 años para Osvaldo Rivas, el apropiador, y de 7 años para María Cristina Gómez Pinto, su esposa. Los hombres fueron encontrados responsables de los delitos de retención y ocultamiento de una menor de diez años y de falsificación de documento público, mientras que a Gómez Pinto sólo la condenaron por el primer delito.
Los apropiadores llegaron al juicio en libertad y no irán a prisión hasta que la condena quede firme. Berthier ya cumplió los dos tercios de la pena (está preso en forma preventiva hace casi seis años), por lo que podría quedar libre en los próximos días.
La joven apropiada, que actuó en la causa como querellante, había pedido 25 años de cárcel para los tres acusados, lo mismo que el fiscal especial Félix Crous. Aunque consideró "bajo" el monto de la pena, el abogado de Sampallo Barragán, Tomás Ojea Quintana, valoró la sentencia. "Para nosotros es importante que se haya condenado a todos los acusados", sostuvo, en el hall central de los tribunales de la avenida Comodoro Py.
La joven, que durante las audiencias había exhibido fotos de sus verdaderos padres, Leonardo Sampallo y Mirta Barragán, no quiso hacer declaraciones a la prensa, que se agolpaba detrás de las rejas de la entrada del edificio, y se limitó a decir que respaldaba todo lo que había afirmado su abogado. Estuvo todo el tiempo acompañada por amigos y familiares, que, a la salida del juicio, la recibieron con un aplauso.
La crítica más dura contra el fallo de los jueces Gordo, Daniel Obligado y Ricardo Farías la emitió el Gobierno, por medio de la Secretaría de Derechos Humanos. En un comunicado, expresó que las penas eran "exiguas" y que compartía las opiniones de los querellantes, en cuanto a que el fallo no había tomado "debida nota de la gravedad de los hechos".
También los acusados parecieron coincidir en que no se trataba de una sentencia dura. Rivas y Gómez Pinto, divorciados hace varios años, se abrazaron con su abogado. El defensor de Berthier, Alejandro Macedo, también se mostró conforme. "Ningún abogado puede estar contento con una condena, pero en las condiciones políticas que vive la Argentina el tribunal ha tenido la cordura suficiente", sostuvo. Al igual que la querella y la fiscalía, los defensores tienen previsto apelar la sentencia tras la lectura de los fundamentos, prevista para el viernes próximo, a las 18.
Los padres de Sampallo Barragán fueron secuestrados en diciembre de 1977, cuando Mirta Barragán estaba embarazada de seis meses. Ambos estuvieron cautivos en los centros clandestinos de detención Club Atlético y El Banco, de donde el 8 de febrero de 1978 sacaron a la madre para que diera a luz a María Eugenia. Se cree que nació en el Hospital Militar. En mayo de ese año, Berthier la entregó a Rivas, que, con un certificado de nacimiento falso, la inscribió como propia. Los padres siguen desaparecidos.
Cuando la nena tenía 7 años, el matrimonio le dijo que era adoptada, pero le ocultó su verdadero origen. Tras años de maltrato, en 2001 María Eugenia descubrió su verdadera historia.
[Fuente: Por Gabriel Sued, de la Redacción de la Nación, Bs As, Arg, 05abr08]
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