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25jun16
Movimiento Evita y D'Elía: traidores somos todos
La ida del Movimiento Evita del bloque de diputados nacionales del Frente para la Victoria desató la ira radial de Luis D'Elia, quien ya venía alertando a través de su cuenta de Twitter las negociaciones de Navarro con Carolina Stanley, del Ministerio de Desarrollo Social de la provincia.
Luisito utilizó su programa radial para sostener que "con su alejamiento el Evita está siendo funcional a la derecha" y que "su ida es un golpe innecesario al proyecto", sin mencionar el golpe que le propició el propio López al kirchnerismo, incluso minimizando los hechos de corrupción. Con un diálogo peculiar, le pidió a los militantes del Movimiento Evita "que se subleven de esta dirigencia de mierda que tienen, expúlsenlos de sus vidas, condenen a estas lacras".
Lejos de una crítica profunda a los hechos de corrupción, que es inherente a este régimen político y social, Luisito apuesta a quedarse con una tajada del control territorial del Evita. Y como si fuese poco, D'Elia finalizó con una intrigante declaración: "El Movimiento Evita fue un invento de la Casa Rosada dirigidos por tipos sin convicción, sin alma". ¿Por la Casa Rosada de Néstor y Cristina?
Las disputas entre Luis D'Elia y el "Chino" Navarro no son nuevas. El primero fue uno de los principales exponentes del movimiento piquetero en La Matanza tras la crisis del 2001, que prontamente se alineó con el nuevo "gobierno de desvío" del kirchnerismo, lejos de los cortes de la Ruta 3 y las asambleas piqueteras. En los últimos años, el Movimiento Evita le ganó territorio, gracias a los programas sociales precarios y las prebendas del Estado, en el famoso tercer cordón del conurbano. Y el último 24/3, con Scioli y Espinoza al frente, fue una de las columnas más grande dentro de la militancia kirchnerista.
Ya hace un mes en su cuenta de Twitter D'Elia había denunciado que "el Movimiento Evita negocia y se abraza con el macrismo". Lo que no dijo es que también el PJ (con el kirchnerismo incluido) se abrazó en la negociación con los buitres, o cuando le votaron a Vidal el presupuesto de la provincia. O incluso D'Elia eludió decir que también se abrazaron en la "Mesa de diálogo" impulsada por Magario en La Matanza, donde fueron desde obispos, jueces, hasta funcionarios provinciales de Cambiemos. Con elementos de verdad, desde el Evita le contestaron que ellos supuestamente no pueden negociar con Cambiemos, cuando sí lo puede hacer Alicia Kirchner en Santa Cruz. El secretario de Políticas Sociales del Movimiento Evita, Gildo Onorato, con ironía declaró: "Alicia Kirchner se junta con Frigerio y Macri para garantizar los fondos del presupuesto para Santa Cruz. CTEP (la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular) se junta con Macri y Carolina Stanley para garantizar la continuidad laboral".
Desde ayer algunos portales bonaerenses sacaron a relucir los encuentros y actos de los últimos meses de dirigentes del Evita con funcionarios del macrismo. Todo a cambio de sostener algunos de los programas sociales con el que mantienen gran parte de su aparato y control territorial que tanto le interesa al macrismo. Detrás de esta interna, el gobierno de Cambiemos negocia con el Frente Renovador de Massa la reforma política del sistema electoral, y el proyecto de división política de La Matanza en nuevos distritos (donde formaron un bloque común en el Concejo Deliberante).
Pero D'Elia quiere golpear "por izquierda" la salida del Evita del FpV, con argumentos indefendibles, como por ejemplo: "dejemos de pedir disculpas por López, ellos son todos delincuentes"; o como declaró hace unos días en el Programa RPM de Radio Universidad, cuando a viva voz dijo, que "solo hubo dos ladrones entre cuatro mil funcionarios (…) Parecemos Finlandia". Toda una provocación, ya que mientras el pueblo trabajador padece las consecuencias del plan económico del gobierno, que cuenta con la complicidad del FpV, no se trata de ver quién "roba menos", sino de construir una verdadera alternativa a este régimen político y social.
Más allá de sus estrategias, dentro o fuera del peronismo, Pérsico, Navarro y D'Elia fueron parte de esos 12 años de gobierno kirchnerista, que contiene a los López, los Jaime, los De Vido, que también provocaron profundas consecuencias sociales, como las que continúa el gobierno de Macri. Entre el desgaste con acuerdos parlamentarios y discursos de barricada, o la negociación abierta: traidores somos todos.
[Fuente: Por Virginia Gómez, La Izquierda, Bs As, 25jun16]
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