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23jun16
Cristina, el Movimiento Evita y la crisis del "proyecto"
Osvaldo Soriano escribió una de las grandes novelas argentinas y la tituló No habrá más penas ni olvidos. La historia tiene lugar en el fantasmagórico pueblo de Colonia Vela, perdido en algún lugar de esa inmensidad geográfica que es la provincia de Buenos Aires.
Lo que allí ocurre puede ser leído como una suerte de Aleph, pero únicamente del universo peronista. Allí todos combates, mueren y matan en nombre de Perón. Cual tragedia griega no hay salida. Aunque Cuarteles de Invierno, su siguiente novela, dará la pauta de como todo terminó en la visión de Soriano.
Si la historia se repite una vez como tragedia y otra como farsa, al decir de Marx, vivimos por estas horas, la farsa dentro de la farsa. Las redes sociales se encuentran atiborradas de comentarios donde la batalla se torna áspera pero solo en el terreno verbal. No hay revólveres ni escopetas, sino muchos insultos.
Como en la novela de Soriano, todos batallan por la misma consigna. En este caso, es el "proyecto". Los militantes del Movimiento Evita son acusados de "traidores" y pasan a engrosar la lista que ya tenía en su haber a Diego Bossio, Miguel Ángel Piccheto, José López y varios más.
Quienes son parte de la agrupación que orientan el "Chino" Navarro y Emilio Pérsico sostienen que no se puede defender a corruptos como López (o De Vido) porque eso liquida la "herramienta de la política".
Todos se acusan de ser "funcionales a la derecha" y "al macrismo". Todos/as juran por los gobiernos de Néstor y Cristina. Todos olvidan al jurar (o hacen como que olvidan) que en esos gobiernos De Vido y López ocupaban cargos centrales.
Hace pocos días escribimos que el "proyecto" solo tuvo entereza mientras se encontró sostenido desde el vértice del poder estatal. Mientras hubo poder (del Estado) hubo unidad y se perdonaron todos "los pecados". El declamado "empoderamiento" estuvo ligado a la billetera. Ahora se confirma que el llano es otra cosa. Sin los recursos del Estado, se extiende una suerte de sálvese quien pueda.
Tras 12 años en el poder, aquellos que pretendieron encarnar una izquierda latinoamericana "realista" -en oposición de la izquierda que propone una salida revolucionaria- terminaron en una suerte de estampida.
żEs el fin del kirchnerismo? La pregunta no tiene respuesta sencilla ni lineal. Por el momento, hasta que se vislumbre la salida, como en al don pirulero, cada cual atiende su juego.
[Fuente: Por Eduardo Castilla, La Izquierda, Bs As, 23jun16]
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