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05oct12
Apareció con vida Alfonso Severo, el testigo clave del caso Ferreyra
Un testigo en el juicio por el crimen del militante del Partido Obrero, Mariano Ferreyra, permaneció desaparecido durante 24 horas. Fue secuestrado la noche previa a la jornada en que estaba prevista su declaración en el juicio oral por el asesinato del joven.
Enrique Alfonso Severo apareció con vida anoche pasadas las 22, maniatado y con signos de haber sido golpeado, en la localidad de Gerli, en Avellaneda, tras haber sido intensamente buscado desde la noche del miércoles por las fuerzas de seguridad, y luego de que el Ministerio de Seguridad a cargo de Nilda Garré dispusiera una búsqueda nacional para dar con su paradero.
"El mensaje no fue para mí, fue para la presidenta", afirmó en declaraciones a la TV Pública a la salida del hospital, y expresó su intensión de tener un encuentro con Cristina Fernández.
Su vehículo había sido hallado ayer al mediodía con las llaves, y documentos en su interior, a siete cuadras de su domicilio en un lugar que ya había sido rastrillado por la policía.
Su ausencia el día previo a su declaración ante el Tribunal Oral en lo Criminal Nº21 puso en estado de alerta y causó conmoción en todo el arco político, social y de Derechos Humanos, por la trascendencia del juicio que se está llevando adelante en los tribunales de Comodoro Py.
El testimonio de Severo por sí mismo no era crucial en el proceso, pero concitaba gran expectativa para profundizar la hipótesis del móvil político y económico de la Unión Ferroviaria para el crimen.
Minutos después de las 22, según fuentes policiales, el testigo fue liberado en la calle Clemenceau 151 en Gerli, donde fue auxiliado por un trabajador del Diario Popular llamado Fabián Abba que lo encontró en la vía pública, descalzo y con sus manos atadas con un precinto de plástico. En ese momento llamaron a sus familiares, quienes llegaron hasta allí para contenerlo, y cuando arribó la policía fue conducido al Hospital Presidente Perón, donde le realizaron los primeros estudios para comprobar su estado de salud.
Severo se encontraba conmocionado, con signos de haber recibido golpes y deshidratado, luego de haber sido presuntamente abandonado por un vehículo que aún no fue identificado. Fue hallado a tres cuadras justamente de uno de los talleres ferroviarios de la zona.
Según le refirió a algunos allegados, fue interceptado por una moto y luego secuestrado en circunstancias que aún se investigan. El ministro de Justicia, Julio Alak, aseguró anoche que "hay que investigar todas las hipótesis y los hilos conductores" en torno a las "llamativas circunstancias" que envolvieron la desaparición de Severo.
Según denunciaron sus familiares, el hombre -de 54 años- salió la noche del miércoles desde su vivienda ubicada en la calle Anatole France 1043, en Sarandí, aproximadamente a las 23:30 a bordo de un Renault Clío color negro para visitar a su nieto. Nunca llegó a destino. La primera denuncia fue realizada en la madrugada de ayer por su esposa, en la Comisaría 6ª de Gerli y luego pasó a la DDI de Lomas de Zamora, a cargo del fiscal Elbio Laborde, de la UFI 3 del Polo Judicial de Avellaneda.
Pero también por orden de la procuradora general, Alejandra Gils Carbó, intervino en el caso el titular de la Unidad Fiscal de investigación de delitos con autor desconocido, el fiscal José María Campagnoli.
Estacionado, con las llaves en el tambor, con documentos y dinero en el interior, el auto fue encontrado cerrado en el Pasaje Angaco, en la localidad de Gerli, a sólo unas cuadras de su domicilio, pero todo apunta a que fue "colocado" en ese lugar para que fuera encontrado. Allegados al cautivo aseguraron que el auto apareció limpio, aunque era utilizado como remís y estaba sucio cuando Severo lo usó la noche anterior para ir a la casa de sus nietos.
Severo no contaba con protección policial -que se había mantenido de forma temporal luego de haber recibido amenazas- y tampoco había sido incluido en el programa de protección de testigos.
"Creemos que alguien lo secuestró, él no es de hacer esto", había señalado Gastón Severo, hijo del testigo, quien por la tarde se entrevistó con las autoridades del Ministerio de Seguridad. En paralelo, se llevó a cabo la audiencia del juicio con otros testimonios ya que según fuentes judiciales, el TOC 21 "nunca evaluó" suspender la audiencia de ayer, ya que consideraron que "hubiera sido un muy mal mensaje" de cara a la continuidad del proceso.
Declaración.
Severo se había presentado espontáneamente ante la fiscalía de Cristina Caamaño al día siguiente del asesinato de Ferreyra. En esa madrugada, habían baleado el frente de su domicilio. Ex gerente de la empresa Ferrobaires hasta 2009 declaró durante la instrucción lo que había sucedido un día antes del enfrentamiento, ya que no había sido testigo presencial del hecho. "El 19 de octubre de 2010 en la estación Constitución en las oficinas de la UF fueron citados la totalidad del personal de Ferrobaires por Humberto Rolando Martínez -delegado de la UF- para constituirse el 20 de octubre e impedir que los tercerizados cortaran las vías, para 'hacerles el aguante'", o de otro modo, "se olvidaran de todo", relató. «
Señal - Testigo
Apareció descalzo, golpeado y con las manos maniatadas por precintos plásticos.
Un reclamo unánime
Durante todo el día, en las horas previas a la aparición de Alfonso Severo, distintos sectores políticos mostraron ayer su preocupación y repudio.
La Cámara de Diputados bonaerense declaró su preocupación por la desaparición del testigo. De la misma manera lo hizo la Secretaría de Derechos Humanos provincial, que preside Guido Carlotto, quien aseguró que agotaría "todas las instancias de articulación institucional para favorecer las líneas de investigación".
El jefe del bloque de la UCR, Ricardo Gil Lavedra, consideró que la desaparición de una persona en democracia "es totalmente inaceptable", mientras su par del GEN, Margarita Stolbizer le reclamó a la ministra de Seguridad, Nilda Garré, "que aparezca a dar explicaciones o que renuncie".
El Movimiento Evita calificó el hecho como "una afrenta a las instituciones, con lo que se intenta no sólo lesionar el proceso judicial en curso, sino también socavar la democracia".
Desde organizaciones de Derechos Humanos también se manifestaron por la aparición del testigo. El CELS, que representa a la familia de Mariano Ferreyra en la causa, pidió a las autoridades políticas y judiciales "que no escatimen esfuerzos en la investigación".
[Fuente: Info News, Bs As, 05oct12]
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