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07jun06
Cae en Brasil un ex policía acusado de un crimen ocurrido hace 16 años.
Estuvo 15 años prófugo y cayó ayer en Brasil. Un ex policía bonaerense acusado de matar a sangre fría a un joven en La Plata en 1990 fue capturado en San Pablo. Héctor Oscar Ferrero vivía clandestino, esperando que su causa prescribiera.
El detenido está acusado de dispararle en la cabeza a Maximiliano Albanese, un joven de 17 años que había ido a bailar con sus amigos. La noche del 3 de junio de ese año, Ferrero y otros dos cómplices civiles pararon en la calle al chico y, luego de pegarle, el acusado lo hizo arrodillar y le gatilló en la nuca, según contaron testigos.
La causa estaba a punto de prescribir cuando, el 27 de marzo pasado, Clarín publicó el caso. Al día siguiente, la madre de la víctima recibió una llamada de un arrepentido que había leído el artículo y le dio información clave que posibilitó la detención.
Ferrero y sus cómplices, Fabio Nievas y Carlos Navarro, fueron capturados la misma noche del crimen. Estuvieron presos siete meses y luego fueron liberados. Los dos últimos terminaron sobreseídos por falta de pruebas, pero el presunto autor del asesinato estaba prófugo y con pedido de captura desde entonces.
En estos años hubo varias versiones sobre dónde se escondía el acusado. Lo buscaron sin éxito en Tucumán y Paraguay. Pero la noche el 28 de noviembre de este año sonó el teléfono en lo de los Albanese. Un hombre habló con la madre del chico, le contó detalles del asesinato y le pidió perdón. Además, le reveló datos sobre el paradero de Ferrero y sobre las personas a las que seguía llamando por teléfono.
Se supone que el autor del llamado fue uno de los dos cómplices. A partir de sus datos, la jueza Isabel Martiarena, a cargo de la causa, volvió a librar pedidos de captura en los destinos mencionados por el informante y ordenó intervenciones telefónicas. La nueva información condujo a la detención.
Anoche, luego que se difundiera públicamente la detención de Ferrero, Clarín se comunicó con la familia de la víctima, pero todavía nadie les había dado la noticia. "No puedo creer que haya llegado este día. Pensé que nos íbamos a morir sin poder ver que se haga justicia. Siento ganas de llorar pero también un profundo alivio", dijo la madre, Alicia.
"Una vez que se complete la extradición, se le dará la posibilidad de declarar. Luego irá a juicio. Era una causa 'clínicamente' muerta, contábamos los días resignados", explicó el abogado de la familia, Fabio Villarruel.
En el momento del crimen, Ferrero cumplía funciones en la comisaría 3ª de Berisso. En los registros policiales agregados a la causa figuraba que se había incorporado a la Policía un mes antes del crimen y que no tenía experiencia en el manejo de armas. En esos datos se basó, en 1990, su excarcelación.
Pero años después de que se fugara, la jueza encontró información que revelaba que aquella información era falsa: había entrado a la Bonaerense el 6 de julio de 1987, tres años antes del crimen. Además, tenía experiencia con armas desde los '80.
En el final de un informe disciplinario, Martiarena se encontró con una nueva sorpresa: a partir del enfrentamiento con un superior y de faltas disciplinarias se le pidió la baja a Ferrero y quien la firmaba era un capitán de la Armada llamado Ricardo Albanese. El mismo apellido que el acusado pudo haber leído en el documento de la víctima la noche del crimen, aunque marino no tenía nada que ver con Maximiliano.
[Fuente: Clarin, Bs As, Arg, 07jun06]
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