Información | ||
Derechos | Equipo Nizkor
|
31jul16
La ex SIDE protegió a Pérez Corradi antes del triple crimen
La ex SIDE sabía desde octubre de 2007, diez meses antes del triple homicidio ocurrido en General Rodríguez, que Ibar Esteban Pérez Corradi traficaba efedrina para carteles mexicanos que se dedicaban a producir metanfetaminas, pero no hizo nada para detenerlo.
Según consta en el informe elaborado por la Agencia de Lucha contra la Droga de los Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés), al que accedió LA NACION, la Argentina había importado hasta ese momento 8000 kilos de efedrina y "una gran porción de esa sustancia era desviada por la organización de Pérez Corradi para ser exportada a México y a los Estados Unidos".
Cinco meses después, en febrero de 2008, la DEA recibió más información de inteligencia que supuestamente implicaba a Pérez Corradi en el tráfico ilegal de efedrina y heroína y en el manejo de un laboratorio clandestino de droga en Santa Fe.
El informe de la agencia antinarcóticos ratifica la hipótesis elaborada por los investigadores judiciales, que sostienen que la ex SIDE fue parte clave en el millonario negocio del tráfico de efedrina.
Más específicamente, fuentes de la causa aseguran que fueron agentes de inteligencia los que ejecutaron la salida del precursor químico de la Argentina, que luego ingresaba a México por un acuerdo que habrían cerrado con sus pares de ese país.
Una prueba de que tanto la agencia estadounidense como la ex SIDE compartían información relacionada al tráfico de efedrina quedó plasmada en la página cinco del informe, donde se mencionó un operativo realizado en Concordia, Entre Ríos. En este procedimiento, investigadores de Estados Unidos colaboraron con las fuerzas policiales de la triple frontera entre la Argentina, Brasil y Paraguay, que secuestraron 25,5 kilos de efedrina transportada dentro del falso tanque de GNC de un Fiat.
Al revisar las agendas de los teléfonos de los dos sospechosos que llevaban la efedrina, los agentes de la DEA advirtieron los nombres de "Iban" y "Jesús". El último es Jesús Martínez Espinoza, el mexicano supuesto representante del cartel de Sinaloa en la Argentina y uno de los principales clientes de Pérez Corradi.
En otro de los teléfonos figuraban Martínez Espinoza, otros tres mexicanos y el gerente de una droguería que tenía el permiso del Sedronar y de la Anmat para importar efedrina.
El informe de la DEA fue clave para el Tribunal Oral de Mercedes, que condenó a los hermanos Martín y Cristian Lanatta y Víctor y Marcelo Schillaci por considerarlos autores materiales de los homicidios de Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina. Además de condenar a los supuestos sicarios, el tribunal acusó a Pérez Corradi de ser el autor intelectual de la masacre.
No es la primera sospecha sobre complicidad que pesa sobre la ex SIDE en la trama de la efedrina. El juez federal Ariel Lijo citó a indagatoria a Oscar Parrilli, quien comandaba la Secretaría de Inteligencia en agosto de 2015, cuando Pérez Corradi estaba prófugo y un testigo de identidad reservada alertó que se escondía en la Triple Frontera y el organismo que comandaba no hizo nada para detenerlo.
Durante el triple crimen, Parrilli no estaba al frente de la SIDE, pero el informe de la DEA, incorporado al expediente judicial, indicó que en la sede de 25 de Mayo N° 11 sabían de la existencia de Pérez Corradi y que traficaba efedrina.
Bajo la mira judicial
Pérez Corradi declaró ante la jueza María Romilda Servini de Cubría que Alexis, su nexo mexicano, le ofreció hacerse cargo de sacar la efedrina de la Argentina. Le ofreció 1500 dólares por kilo de efedrina, más otros 1500 dólares que ya le pagaba por conseguir cada kilo de dicha sustancia. Le aseguraba, además, una compra de 4000 kilos mensuales. Un negocio de 12 millones de dólares por mes.
El imputado detalló varias reuniones pero -sostuvo- el negocio se frustró cuando supuestos agentes de inteligencia lo amenazaron tanto a él como a su entonces socio Forza.
Incluso, el narcotraficante detalló en su declaración ante la Justicia que durante su intento por quedarse con el negocio, Alexis lo llevó a dos reuniones en las oficinas de la línea aérea de bandera mexicana para sacar la efedrina por avión y ahí le mencionó -afirmó Corradi- que el ingreso de la efedrina a ese país ya estaba acordado con sus servicios de inteligencia.
[Fuente: Por Iván Ruiz, La Nación, Bs As, 31jul16]
This document has been published on 01Aug16 by the Equipo Nizkor and Derechos Human Rights. In accordance with Title 17 U.S.C. Section 107, this material is distributed without profit to those who have expressed a prior interest in receiving the included information for research and educational purposes. |