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31jul14
Los fondos buitre rechazaron una nueva propuesta de la Argentina
El ministro de Economía, Axel Kicillof, confirmó ayer que los fondos buitre no aceptaron la propuesta de la Argentina para pagar en las mismas condiciones que los bonistas que ingresaron a los canjes de deuda. Reiteró que "desde el gobierno no vamos a firmar nada que comprometa el futuro de los argentinos, vamos a defender la reestructuración de la deuda y a cumplir con todos los compromisos". Lo hizo en el marco de una conferencia de prensa que ofreció desde Nueva York a las 19 (20 horas para Argentina).
El titular de Economía cuestionó a los fondos buitre, al juez Thomas Griesa y al mediador, Daniel Pollack, y les pidió que "lean el contrato", porque "Argentina no está en default. Argentina pagó", y la situación actual es "un engendro nuevo" ocasionado por las decisiones del magistrado de Nueva York. También criticó a la calificadora de riesgo Standard&Poor's, acusándola de formar parte de "un mundo de complicidad que trata de sobreendeudar a los países" y preguntándose "¿quién cree en las agencias calificadoras a esta altura?"
Luego de la finalización de la reunión, el mediador Pollack emitió un comunicado en el que informó que "desafortunadamente, no hubo acuerdo y la República Argentina inmediatamente estará en default." Ayer era el último día en el que el país podía llegar a un acuerdo para que el dinero depositado el 30 de junio llegara a los bonistas del canje.
Pero para eso, explicó Pollack, se "requería, simultáneamente, hacer un pago imponible" de la totalidad de lo adeudado a los buitres. Por lo tanto, expresó el mediador, "un default no es una condición técnica, sino un evento real y doloroso que afectará a gente real", y mencionó como potenciales damnificados a los ciudadanos argentinos, los bonistas del canje y los holdouts. Esa frase es muy similar a la de Griesa en la última audiencia, o las que los buitres publican en la página de la American Task Force Argentina (ATFA), la entidad encargada de los lobby.
En la conferencia, Kicillof respondió duramente contra Griesa y Pollack. Rescató los dichos de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, al recordar que al haber pagado, al país no le corresponde el estado de default. Para el ministro, "el juez Griesa ha decidido no impedir el pago, porque Argentina pagó, sino que se bloqueó el cobro de los bonistas". Recordó la última audiencia de Griesa, en la que el juez permitió el pago de bonos en ley argentina por parte del Citibank pero no en ley inglesa del Euroclear, y comentó irónicamente que esta situación "le es novedosa al juez". Asimismo, indicó que el depósito "es dinero de los bonistas a todas luces".
Con respecto a los dichos de Pollack y de la calificadora Standard&Poor's, que bajo la nota de la calificación crediticia a "default selectivo", el ministro pidió "que lean los contratos", porque "esta situación inédita e insólita no está en los prospectos". En el texto de la emisión del bono, aparecen tres eventos que pueden ser considerados un default. El primero es el no pago, el segundo es el incumplimiento de las obligaciones y la tercera, llamada "cross default" refiere a "cualquier evento o condición que resulte en la aceleración del pago de capital que sume un monto agregado de U$S 30 mil millones o más".
Las dos primeras condiciones no se cumplen en este caso, y la tercera por el momento no ha ocurrido. Si bien existe una posibilidad de aceleración de los pagos a partir del 30 de julio, es posible que, en vista de que los pagos se realizan en fecha y terminado el 2014 se podría llegar a un acuerdo con los buitres, los bonistas decidan esperar. En tal caso, no habría un default propiamente dicho.
Kicillof recordó la historia que llevó a la situación legal y financiera compleja en la que se encuentra la Argentina. Según el ministro, para alcanzar un acuerdo, "la condición de los buitres era que se les pague más que a los del canje". Esto se debe a la cláusula RUFO, que impide a la Argentina darles a quienes quedaron fuera del canje condiciones mejores antes de 2015, o de lo contrario dichas mejoras serían extensivas al resto de los bonistas. Dado que "no podemos hacer una oferta mejor, la de la República Argentina es que entren al canje que ya existe". Obviamente, si los buitres piden el 100% y tienen una sentencia favorable, se negarán a esta clase de ganancias aunque, por las palabras del ministro, "eran del 300 por ciento".
La RUFO es un obstáculo de gran importancia en la negociación. De gatillarse, los reclamos judiciales escalarían a una cifra de entre U$S 120 mil millones y U$S 500 mil millones, ambas impagables teniendo en cuenta que las reservas del Banco Central rondan en la actualidad los U$S 29 mil millones. Por ello, la alternativa que planteó Kicillof era que se otorgara un stay (medida cautelar) para que Argentina pudiera negociar luego de 2015, dado que la RUFO vence este año.
Ante quienes solicitaban que el país ofreciera a los buitres un depósito en garantía de un acuerdo en 2015, Kicillof respondió que "no tiene sentido dado que la garantía la tienen ellos y es el fallo de Griesa". Incluso, como garantía, los buitres tenían la potestad otorgada por Griesa para conceder o no el preciado stay que Argentina necesitaba para normalizar su situación de deuda con el 100% de los bonistas en 2015. Y a pesar de todas las insistencias de Argentina y de los bonistas europeos, los buitres se negaron a acceder inclusive ayer a la mañana, a través de un comunicado de NML Capital contra los tenedores de bonos en euros.
Mientras tanto, el bloqueo de los U$S 539 millones destinado al pago del Discount en Ley Nueva York dejaba imposibilitados a los acreedores de cobrar los fondos que les correspondían y, por lo tanto, Argentina ayer llegó a un evento crediticio que por su complejidad tuvo diversas denominaciones, como default, default técnico, default selectivo, Griefault (en honor al juez) y como lo caracterizó el economista Aldo Ferrer, un "hecho original".
Con respecto a una solución entre privados, Kicillof dijo que "no me extrañaría porque se ha generado un problema para los bonistas que quieren cobrar y quienes tienen otros bonos cuyo valor podría verse afectado", pero negó que los banqueros argentinos se hayan presentado a la reunión. Un acuerdo entre privados podría haber permitido el cobro a los bonistas sin activar la RUFO, esperando a que el problema se resolviera en 2015.
[Fuente: Tiempo Argentino, Bs As, 31jul14]
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