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18may12
En medio de duros hostigamientos a la CIDH, ahora se va su titular
Padeció todo tipo de presiones. Venezuela pidió su cabeza en varias ocasiones. Hugo Chávez lo calificó de "excremento". Pero durante los últimos 14 años el argentino Santiago Canton defendió enérgicamente la independencia de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la OEA y ahora, tras 11 años, abandona su Secretaría General por decisión personal y en sus propios términos . Ha sido nombrado Director del programa de derechos humanos del prestigioso Centro Robert Kennedy.
"Ninguna institución ha hecho más por la democracia, el estado de derecho y los derechos humanos que la comisión interamericana", dijo ayer Canton en su de despedida. Frente a los países que están trabajando para silenciar a la CIDH y a los que amenazan con abandonarla, hizo un llamado para que sea fortalecida: "Si la Comisión no existiera debería crearse con aún más poderes".
Las presiones que sufrió Canton para menguar las denuncias de la CIDH llegaron de algunos de los países miembros y desde adentro de la propia OEA. La más fragante fue la de Caracas que lo acusó de haber apoyado el golpe de Estado que intentó derrocar a Chávez en 2002 y que además nunca le perdonó el informe sobre la intolerancia y la represión en Venezuela realizado por la CIDH en 2010. Hace poco, el embajador venezolano ante la OEA, Roy Chaderton, reveló que su gobierno aceptó votar por el Secretario General de la OEA, José Miguel Insulza, a cambio de que expulsaran a Cantón
A las críticas de Venezuela se sumaron las de Nicaragua y las de Ecuador, que centró sus ataques contra la relatoría de la libertad de prensa debido a su actitud durante la crisis entre el gobierno de Rafael Correa y el diario El Universal .
Lo más grave sucedió, sin embargo, el año pasado cuando la CIDH pidió a Brasil que frene la construcción de Belo Monte, una polémica represa en la Amazonia que, según dicen sus opositores, amenaza el bienestar de las comunidades indígenas que viven a su alrededor. Brasil reaccionó virulentamente y amenazó con no pagar su cuota de US$ 8.000.000. Al final, los términos de la medida cautelar fueron suavizados. Brasil pagó la cuota pero las relaciones con la CIDH siguen difíciles .
Desde entonces, otros países comenzaron a presionar subterráneamente. Colombia, que es el país que más medidas cautelares recibe por año, sigue respetando a la CIDH en lo formal, pero en privado trabaja para limitar sus poderes . Argentina, que siempre defendió a la CIDH por su acción contra la dictadura y su denuncia por los desaparecidos , se llamó a silencio. Y la relación entre la CIDH e Insulza se deterioró a tal punto que la despedida de Cantón fue organizada y pagada por los funcionarios que trabajan para la comisión.
Insulza, criticado por representantes de numerosas organizaciones derechos humanos por haber intervenido en el tema de Belo Monte en favor de Brasil, diciendo que las medidas cautelares no deben tomarse al pie de la letra- brilló ayer por su ausencia . Todo esto habla bien de Cantón, quien -pese a las presiones- defendió la independencia de la Comisión. "Hay un antes y un después de Cantón", dijo a Clarín Katai Salazar de la Fundación para el Debido Proceso, presente ayer en la despedida.
Cantón reconoció que la relación con algunos embajadores ante la OEA no fue sencilla. "No les agrada la información que les transmito", dijo y agregó: "Si lo tuviera que hacer de nuevo, trataría de hacer mucho más".
[Fuente: Por Ana Barón, Washington, Clarín, Bs As, 18may12]
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