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17nov12
Apareció un dueño para la ex Ciccone
Al final, el abogado Alejandro Vandenbroele rompió el silencio y reveló ante la Justicia el nombre de quien, según él, es el misterioso capitalista que permitió el salvataje financiero de la ex Ciccone con fondos y avales por 50 millones de pesos: el ex banquero Raúl Moneta, dueño de campos, empresas y medios de comunicación, cercano al poder tanto con el menemismo como con el kirchnerismo.
En un escrito que presentó ante el juez federal Ariel Lijo, el acusado de ser el testaferro del vicepresidente Amado Boudou, intentó así desligar a éste de la causa en la que es investigado por sus vínculos con el polémico salvataje de la compañía ahora estatizada.
Dijo que actuó en nombre del yerno de Nicolás Ciccone (fundador de la imprenta),Guillermo Reinwick, quien mantuvo esas operaciones a espaldas del suegro con el supuesto único objetivo de "salvar su empresa".
Del escrito de 110 carillas, presentado a través de su abogado Germán Soria, trascendió sólo una síntesis. Ayer el diario Página 12 había dado cuenta de la noticia.
Vandenbroele sostuvo que Moneta sería dueño mayoritario, junto con Reinwick de The Old Fund, la firma que controló la imprenta hasta su intervención. Vandenbroele dijo que contó con "el aval económico de Moneta desde el comienzo de la operación". Vandenbroele se acercó a Reinwick para asistirlo técnica y financieramente en el salvataje.
Con esta presentación, Vanden-broele pretende alejar a Boudou de la ex Ciccone. Boudou es investigado por negociaciones incompatibles con su función al supuestamente interesarse en que la firma quedara en manos de sus allegados. También es investigado por enriquecimiento ilícito y lavado de activos. Si lo que dice Vandenbroele se corrobora, se diluirían las acusaciones que pesan sobre Boudou por el blanqueo de capitales.
La presentación se hizo al final de una semana en la que Boudou sufrió un duro revés judicial: su ex pareja Agustina Seguin declaró que el socio del vicepresidente, José María Núñez Carmona, contrataba viajes en su agencia de turismo y se los hacía facturar a The Old Fund. Un indicio más del nexo entre Boudou y la compañía.
La presentación de Vandenbroele tomó por sorpresa a la familia Ciccone, que jamás dialogó con Moneta y que menos aún negoció con él o autorizó a intervenir en su nombre, según indicaron a LA NACION cinco miembros del círculo que rodea a los fundadores de la firma. En su escrito, Vandenbroele relató que trabajó para conseguir que la AFIP le diera a la ex Ciccone un plan de facilidades para pagar su deuda de 200 millones de pesos y que toda la plata que obtuvo para capitalizar a la imprenta la colocó en el Banco Macro, de Jorge Brito, en una cuenta "recaudadora para inyectar los fondos suficientes para sostener a la ex Ciccone", pagando salarios.
El ex gerente del Macro Máximo Lanusse -precisó también Vandenbroele- se incorporó al directorio de The Old Fund como ejecutivo de la imprenta, una movida peculiar para un banco que sólo veía en la empresa a un cliente y no a un socio.
Vandenbroele ofreció, además, su versión sobre las sociedades detrás de la ex Ciccone. Abarcan a Tierras International Investments CV, de Holanda; la uruguaya Dusbel, y la European Advisory Panel, con sede en Delaware, Estados Unidos. Desde allí se aportó capital a la ex Ciccone, según el presunto testaferro de Boudou, sólo para "preservar la titularidad de los derechos políticos" de Renwick y devolverles la empresa saneada y salvada a los Ciccone.
El dinero se consiguió a través de la Cooperativa de Crédito Marítima del Sur Limitada, con aval de Moneta, que sumó aportes desde sus sociedades Federalia SA y Maxifarm. Esos préstamos se unificaron luego en Mayer Business Corp, también propiedad de Moneta. Esa firma es la que hizo el aporte de capital en octubre de 2010 a Dusbel con lo que pasó a controlar The Old Fund.
LA NACION había revelado a mediados de julio que la sombra de Moneta sobrevolaba este caso. Cuando Moneta fue consultado, el ex banquero sostuvo, siempre a través de un vocero, que estuvo interesado en el "posible negocio de la ex Ciccone", para lo cual llegó a convocar a "un socio internacional". Pero insistió en que "en ningún momento" puso plata. Ayer, ante otra consulta de LA NACION el mismo vocero dijo que Moneta prefería "no hacer comentarios".
Ante el juez Lijo, Vandenbroele adujo que su silencio respondió al acuerdo de confidencialidad y al secreto profesional que debía mantener como abogado convocado por Reinwick, pero lo rompió.
No precisó, sin embargo, por qué decidió ahora blanquear el rol de Moneta en la causa penal, cuando el juez de la quiebra de la ex Ciccone, el magistrado Javier Cosentino, y el síndico Martín Stolkiner, le reclamaron sin suerte durante meses esas precisiones. En cambio, Vandenbroele dijo ahora que todo lo hizo en nombre de Renwick para salvar a la ex Ciccone de las garras de Boldt y devolvérsela resucitada a su suegro Nicolás.
[Fuente: Por Hugo Alconada Mon y Hernán Cappiello, La Nación, Bs As, 17nov12]
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