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12may17
Germán Garavano: "Fue un fallo extremadamente garantista y antisistema"
El ministro de Justicia, Germán Garavano , respira aliviado por haber atravesado la mayor crisis en materia de derechos humanos en lo que va del gobierno de Mauricio Macri. "La nueva ley es un gran avance y va a ordenar la situación", dijo, y pronosticó que "le va a poner un coto a la ley del «dos por uno»". Aunque defendió a los jueces de la Corte, aseguró que la interpretación que hizo la mayoría es "extremadamente garantista y antisistema".
Consideró que la convalidación de la aplicación de la ley del "dos por uno" a genocidas es "un mal paso que rápidamente fue corregido por las instituciones del país y la gente", y negó que exista un cambio de época con respecto a los derechos humanos.
-¿La nueva ley va a modificar el criterio de la Corte?
-Es un gran avance, clarifica la situación e impide el abuso del "dos por uno" en los delitos de lesa humanidad y en otros, al fijar un límite temporal para su aplicación. La ley del "dos por uno" es perversa y benefició siempre a los delincuentes que cometieron los hechos más graves y aberrantes. El triste final es que es usada para casos de lesa humanidad.
-¿Pero va a adherir la Corte a esta nueva ley o no?
-El sistema judicial venía diciendo lo que nosotros planteamos. Ahora esta nueva ley va a ordenar la situación hacia todo el Poder Judicial.
-¿Qué cambia con esta ley? La Corte podría interpretar que la anterior es más benigna...
-Esta ley es interpretativa, no modifica, sino que aclara los términos de aplicación de esa ley que no está vigente. El "dos por uno" es muy nocivo y se le pone un coto. La Corte hizo una interpretación extremadamente garantista y antisistema y esta ley lo termina de corregir.
-¿Por qué extremadamente garantista?
-Los jueces entendieron que debían garantizar el máximo de los derechos de los imputados y todos coincidimos en que fue en un modo excesivo, sustentado en un viejo voto del mismo [Eugenio] Zaffaroni.
-¿Y por qué antisistema?
-Porque las interpretaciones tan extensivas de leyes que generan incentivos perversos no sólo no consiguen el objetivo, sino que provocan distorsiones peores.
-¿Por qué el Gobierno tardó en reaccionar?
-No, no tardó, el fallo salió una tarde y yo hablé al otro día. Cuando el fallo salió, estaba reunido con docentes del área de la Memoria y organismos de derechos humanos en el ministerio. Son fallos que requieren un análisis y una lectura. El Gobierno respeta los fallos judiciales, aunque no nos gusten, como el de tarifas. Es bueno que se haya corregido de un modo institucional y no desde un presidente en un púlpito atacando a los jueces.
-¿Hay un cambio de época con respecto a los derechos humanos con este gobierno?
-No, de ninguna manera. Sí hay un cambio de época respecto de la independencia judicial: ahora los jueces pueden llevar adelante las decisiones que consideran en cada caso concreto. Los procesos por delitos de lesa humanidad han seguido, la Justicia tiene que actuar y se trabaja siempre dentro de la ley. No se pueden permitir persecuciones fuera de la ley para nadie.
-¿Qué piensa de la ofensiva contra la Corte y los pedidos de juicio político?
-No se puede sobreactuar. Estamos acostumbrados a una dinámica distorsiva del sistema penal que generó el gobierno anterior. Si un fallo no nos gusta, veremos con qué caminos institucionales se puede revertir. Lo importante es que la sociedad se haya expresado y que esa expresión haya encontrado un cauce institucional.
-¿Hay que investigar a los jueces de la mayoría de la Corte?
-No. Hay una investigación que harán la fiscalía y el juez, pero hubo un pronunciamiento muy fuerte de la Asociación de Magistrados que sigue la línea de la independencia de los jueces al dictar un fallo.
-¿La política de derechos humanos está a la altura del consenso que hubo en el Congreso y el reclamo de la gente?
-Sí, sin duda. El proyecto del Congreso fue impulsado por el senador Pinedo, el diputado Tonelli -ambos del oficialismo- y Remo Carlotto, del Frente para la Victoria. Eso marca la voluntad del Gobierno detrás del objetivo de unir a los argentinos que planteó el presidente Macri. No podemos caer en ataques indiscriminados a la Justicia ni ponerla como el malo en este proceso. La Justicia viene cumpliendo un rol importante con esfuerzos en el juzgamiento de delitos de lesa humanidad, con deudas, pero debemos ver esto como un mal paso que rápidamente fue corregido por las instituciones y sostenido por la gente.
-Organismos de derechos humanos reclamaron la renuncia de los jueces de la Corte y del secretario Avruj.
-No tenemos que caer en esas acciones contrarias a lo que expresó la gente en la calle. Tenemos que estar unidos, dejar de lado las diferencias en un tema así y priorizar lo importante. No debemos empezar con ataques políticos, chicanas y atacar a un funcionario como Avruj, que viene trabajando con compromiso, ni a jueces muy prestigiosos.
-La oposición le adjudicó al Gobierno un rol determinante para que el fallo saliera así.
-No siento que la oposición haya señalado eso. Sí un sector más radicalizado, que ha querido profundizar la grieta y hacer un aprovechamiento político. Vimos pronunciamientos del Frente Renovador, del PJ y de Estela de Carlotto que dejan los pedidos de renuncias y estas expresiones como especulaciones políticas de bajo nivel.
[Fuente: Por Hernán Cappiello, La Nación, Bs As, 12may17]
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