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14ene12
Polémico debut de los nuevos jueces en el máximo tribunal penal
La Cámara de Casación, el tribunal penal más importante del país, tuvo un polémico debut de su nueva conformación: en una reunión para elegir presidente para 2012, los jueces sólo lograron designar uno provisionalmente, que estará dos meses en el cargo; discutieron agriamente durante cinco horas y dejaron todo por escrito, pero en un acta que declararon secreta para tratar de evitar que trascendieran las pujas internas del cuerpo.
La discusión se saldó con la designación del jurista Pedro David como titular del cuerpo, que va a estar en el cargo sólo por 60 días porque después viajará fuera del país para atender problemas familiares. Mientras tanto, se reformará el reglamento de selección de autoridades del cuerpo.
Para ungir a David como presidente se aliaron parte de los nuevos camaristas con un sector de los antiguos magistrados gracias a un acuerdo que tejió el ex funcionario kirchnerista Alejandro Slokar, que así ganó poder e influencia en el seno del tribunal.
Del otro lado estaban el también nuevo juez Mariano Borinsky, ex fiscal, que tuvo el apoyo de Juan Gemignani, otro flamante camarista, y del antiguo integrante Gustavo Hornos. Estos tres últimos votaron para que Hornos presidiera el cuerpo, pues a pesar de integrarlo desde hace 20 años nunca ocupó ese cargo.
Luis María Cabral, presidente de la Asociación de Magistrados, que había prometido su apoyo a Hornos, cambió de opinión en medio del debate y respaldó a David, según quedó asentado por escrito en el acta, a la que accedió LA NACION.
Apoyaron la designación de David, además de Slokar y Cabral, la nueva jueza Ana María Figueroa y las magistradas Liliana Catucci y Angela Ledesma, que ya integraban el tribunal. Se abstuvo el juez Eduardo Riggi, mencionado en una causa en la que la Justicia investiga un supuesto caso de venta de influencias para liberar al sindicalista José Pedraza.
La elección, confiaron integrantes del cuerpo, fue parte de un tejido político que se realizó en reuniones privadas, previas al acuerdo, realizadas con discreción en los despachos para concretar la idea de nombrar a David.
El debate se produjo porque se decidió cambiar el reglamento de elección del presidente. Hace 20 años, cuando se creó la Cámara de Casación en el gobierno de Carlos Menem, se lo designaba por el voto secreto de los jueces, pero luego se determinó que la presidencia fuera rotativa. En esta dura reunión se propuso volver al sistema de votación.
A pesar de que se resolvió que la discusión entre los jueces debía quedar en secreto y que el acta debía tener carácter reservado, su texto revela que el juez Raúl Madueño propuso este cambio, a pesar de que le tocaba a él asumir la presidencia. E impulsó designar presidente a David, que regresó a la Cámara luego de ocupar un lugar en el Tribunal Penal Internacional que juzgó delitos de la ex Yugoslavia.
Madueño expresó: "En por lo menos dos diarios y en el Centro de Información Judicial [CIJ] ha salido la publicación de este acuerdo para designar autoridades, lo que significa que desde afuera están mirando a la Cámara. Es necesario dar un mensaje, por ejemplo, a los tribunales orales, de la unidad de la Cámara que ejerce la superintendencia, que cuando hay renovaciones debemos acompañarlas, transitarlas ordenadamente bajo la conducción temporaria del doctor David".
David advirtió que nunca estuvo en su ánimo postularse para la presidencia, pero dado el pedido de algunos de sus colegas no tenía más remedio que aceptar.
Pero se opuso Borinsky, quien dijo que los reglamentos estaban para ser respetados y que, en todo caso, no podía designarse a alguien por 60 días, sino que debían hacerlo por todo el año, dado que es lo que estaba establecido.
Propuso al juez Hornos para ocupar ese cargo, que no tenía impedimento en ocupar el lugar.
David dijo que nunca estuvieron en duda su capacidad de trabajo y vocación de servicio, hasta tal punto que en La Haya era el único juez que se ocupaba de dos casos a la vez. Pero blanqueó que ese mismo día en reuniones privadas le habían pedido que fuera presidente del cuerpo por 60 días para reformar el reglamento. Slokar y Madueño no habrían sido ajenos a estas negociaciones.
Borinsky insistió en su oposición a la designación temporal de David, y Slokar salió en defensa del experimentado jurista de 83 años, pues dijo que cuando le tocaba ser presidente no pudo asumir por estar en La Haya y habló de la necesidad de realizar la reforma reglamentaria.
Riggi, desde afuera sin interceder en la discusión, dijo que veía una puja para acceder a un cargo por un año o por dos meses y que no veía cómo se daría la sucesión. "El Derecho no nació cuando uno nació, la Justicia tampoco", advirtió el juez en una frase dirigida a los nuevos reformistas.
Borinsky -irónico y en una chicana retórica- insistió en que no debía obligarse a David a asumir, si quería hacerlo sólo por 60 días, pero Madueño le aclaró que la solución no era imponerle un plazo, sino designarlo para todo 2012.
Los cruces de Borinsky y David fueron picantes, al punto que el ex fiscal terminó disculpándose con el juez, al decirle que no quiso ofenderlo cuando dijo que no tenía voluntad, pues, señaló, sólo se refería a su disposición para asumir el cargo.
Tras un cuarto intermedio de 15 minutos pedido por la jueza Figueroa, David dijo que sólo aceptaría su designación si los jueces se comprometían a reformar el reglamento en 45 días. Borinsky insistió en la candidatura de Hornos, que podía asumir por todo el año y no ponía condicionamientos.
Slokar salió a respaldar a David. "Hace casi tres meses, alguien decía: "No, Pedro [David] no viene". Y él, con su edad, sus antecedentes y su prestigio le viene a poner el cuerpo a una sala devastada", dijo el camarista, y destacó que ahora su colega se proponía como "prenda de unidad para llevar adelante esta transición y, sin embargo -advirtió-, no se procura consenso" para elegir a David.
De hecho, tomó la palabra el experimentado camarista y dijo que su voluntad era hacer reformas y que se comprometía a renunciar a la presidencia cuando estuvieran realizadas. "No quiere y no necesita estar en la presidencia, sólo quiere transformar los métodos reglamentarios para que los nuevos integrantes sean incluidos. Se compromete a renunciar y pide que así lo hagan todos los que estarán con él el día en que se renueve el reglamento en un plazo de 45 días", señala el acta de la reunión.
Madueño lo apoyó al sostener que "ellos no necesitan presidencias".
Así llamaron a votar las propuestas. La postulación de David ganó por siete votos contra tres que obtuvo la de Hornos. Formalmente se lo designó presidente durante 2012.
Riggi se abstuvo, no sin antes pedir que nadie comentara a la prensa lo que se había discutido en el acuerdo. La jueza Catucci agregó que, por tratarse de una deliberación secreta, el acta que la registró debía permanecer lejos de los ojos del público.
[Fuente: Por Hernan Cappiello, La Nación, Bs As, 14ene12]
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