08feb12
Sinopsis de la 19.ª audiencia del segundo juicio contra los represores de la
Base Naval de Mar del Plata
JUICIO BASE NAVAL II
Decimonovena audiencia 08/02/12Relatos sobre la persecución a militantes Héctor Daniel Bonn narró la desaparición de su pareja María Cristina García Suarez el 4 de febrero de 1978, secuestrada junto con sus compañeras de vivienda Patricia Valera y Mirta Libran en la localidad de Necochea.
En el '84 se entrevistó con los vecinos del lugar que le contaron que el operativo fue llevado a cabo por un grupo de personas de civil, armados, que se llevaron a las tres mujeres y a las pequeñas hijas de María Cristina y Patricia que luego aparecieron en el Hospital Interzonal de Mar del Plata como "niñas abandonadas por sus padres", según consignaron algunos diarios de la época.
Bonn contó que eran militantes del Partido Comunista Marxista Leninista (PCML) y que la hija de Patricia lo era también de su secretario general, Oscar Ríos, desaparecido. Durante su exilio, se encontró, en 1980 en Holanda, con Oscar Alfredo González, otro compañero militante, que le contó que había compartido cautiverio con María Cristina en la Base Naval de Mar del Plata "donde había compañeros detenidos y torturados". Le aseguró que hasta marzo del '78 todavía estaba con vida.
Por otra parte, declaró Graciela Arriola, que como militante del PCML también aportó datos sobre desapariciones y la persecución de la que fue víctima. Contó que el 26 de febrero del '78 vivía en un complejo de departamentos en Mar de Ajó, cuando salió un instante a buscar a su hijo para que entrara a comer y allí vio como cinco personas ingresaban al lugar.
Pudo presenciar el secuestro de una de sus compañeras. "A las 6 de la tarde veo a Silvia Siscar entrar a un auto acompañada de dos hombres", relató. Tras este episodio Graciela se alejó de la vida que llevaba hasta el momento y volvió a ver a su hijo recién al año siguiente cuando su suegro se exilió en Suecia. Allí su hijo le contó que esa tarde vio a su otro compañero, Juan Miguel Satragno "tirado en un charco de sangre, pero no sé si vivo a muerto", dijo.
"En mi situación de prófuga parí dos hijos que me salvaron la vida porque me dieron fuerza para seguir viviendo", finalizó su relato Graciela con la voz entre cortada.
Mar del Plata, 08feb12
Corresponsales del Equipo Nizkor
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