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20ene08
La justicia federal profundizará la investigación de la denominada "pista Atalaya" en el caso López
La Justicia federal de La Plata comenzará esta semana a profundizar la denominada "pista Atalaya" en el marco de la investigación por la desaparición del testigo Jorge Julio López, tras con la declaración el martes de cuatro policías y un vecino de esa localidad bonaerense. La pista está sostenida por el presunto rastro que dos perros hallaron durante un operativo realizado el 23 de septiembre de 2006, cinco días después de la desaparición del testigo clave en el juicio al represor Miguel Etchecolatz.
El martes, en el juzgado federal número 3 de La Plata, a cargo de Arnaldo Corazza, deberán declarar los policías Adrián Badano y Eduardo Pérez, efectivos de la División Canes, que hallaron el rastro en una finca del Camino Blanco.
También declararán los policías de apellidos Pajot y Ortiz, quienes estuvieron destinados en la comisaría 3ª de La Plata y recibieron la orden de custodiar el lugar ese día. El quinto testigo es el ex delegado municipal de Atalaya, Rubén Darío Durso, un vecino de 62 años en cuya casa la Policía secuestró una gorra y un pantalón jogging, ambos manchadas con sangre.
Las prendas, que según Durso le pertenecen y que tenían esas manchas porque días antes había capeado unos novillos, fueron marcadas por los perros dedicados a la búsqueda de rastros del testigo, pero el hijo de Jorge Julio López, Rubén, declaró en el expediente que no las conocía.
Los testigos fueron convocados tras la reconstrucción del rastrillaje realizada el jueves pasado, cuando el juez Corazza los citó para un careo en la sede de su juzgado federal. Según el expediente, la Policía habría llegado a Atalaya por los dichos de otro vecino, Rodolfo Buzeta -ya muerto- quien señaló haber visto a un hombre mayor el 19 de septiembre a las 9 de la mañana cerca del Camino de los Silos, una bifurcación de la ruta 11 para ingresar a Atalaya o la localidad de Magdalena.
Buzeta aseguró que ese hombre era "el señor de la foto" que la Policía le mostró, y que no era otra que la del testigo desaparecido. La "pista Atalaya" no es la única. "Conocimos esta línea cuando ya había pasado todo, cuando accedemos al expediente, en enero de 2007. Vemos un procedimiento que no cierra de ninguna manera, con contradicciones en los testimonios y en las actas, respecto de los horarios", dijo la abogada Guadalupe Godoy, del colectivo "Justicia Ya".
La abogada agregó: "Atalaya sirvió para desviar el reclamo de los querellantes de que se investigue a los policías mencionados por López en su declaración y a los miembros del Servicio Penitenciario interesados en que no se continúen los juicios".
La causa López barajó diversas hipótesis: desde la averiguación de paradero inicial, pero tanto los querellantes como la fiscalía solicitaron que se profundice la investigación sobre el entorno de Etchecolatz.
También se barajó la pista surgida de un cable de un periodista de la agencia DPA, un rastreo de llamados al penal de Marcos Paz que derivó en una denuncia de la Fiscalía contra 13 penitenciarios. También se trabajó sobre la "pista Chicano" relacionada con un agente de inteligencia que fue fotografiado en un acto de organismos de derechos humanos al que concurrió el testigo desaparecido.
Hace un año, el fiscal Sergio Franco solicitó la detención de 18 policías que López mencionó como represores en sus testimonios, pero ese pedido no fue contestado por el juzgado, según confió una fuente judicial citada por Télam.
Pocos de ellos ya están detenidos en otros expedientes: Miguel Etchecolatz; Hugo Guallama, su chofer, y el médico policial Jorge Alberto Bergés. Las fuentes mencionaron que permanecen sin ser imputados los policías Raúl Pedro Muñoz, Carlos Alberto Basualto, Oscar Emilio Bravo, Juan Ramón Rodas, Gregorio Urbano Medina, Julio César Pasquale, Héctor Herrera, Julio César Garachico, Manuel Aguiar, Angel Trotta, Carlos "Manopla" Gómez, José Alfredo Orellana y tres policías de apellido Urcola, Ponce y "Rudi" Calvo.
[Fuente: Clarin, Bs As, Arg, 20ene08]
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