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31jul07
Indemnizan a Testigos de Jehová detenidos durante la dictadura argentina
El gobierno del presidente Néstor Kirchner otorgó la indemnización que perciben en Argentina las víctimas del terrorismo de Estado a los Testigos de Jehová que fueron detenidos y hasta torturados durante la última dictadura militar por negarse a cumplir el servicio militar.
La decisión adoptada por el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos beneficiará a Daniel Víctor Guagliardo, que estuvo cuatro años preso, y otros 530 miembros de esa confesión que pasaron por la misma situación, informó hoy el diario local Página/12.
Desde 1998, numerosos Testigos de Jehová vienen demandando que se les conceda una reparación económica en los mismos términos que los establecidos por una ley que fija resarcimientos para quienes fueron apresados por razones políticas en la última dictadura (1976-1983).
Guagliardo se negó a realizar el servicio militar en 1978, cuando era obligatorio en este país. Por ese motivo estuvo preso hasta 1982 y en su cautiverio soportó 'tratos crueles e inhumanos' similares a los que tuvieron que pasar los detenidos por motivos políticos.
Al ministro de la Iglesia de los Testigos de Jehová le fue adjudicada una indemnización de 182.000 (unos 57.600 dólares) y la misma medida podrá ser aplicada a otros miembros de esa confesión que sufrieron situaciones similares.
'Ellos le venían reclamando al Estado argentino una reparación económica y como iglesia. Se negaron a hacer el servicio militar en razón de sus creencias', dijo al periódico Ernesto Moreau, abogado de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos que representa a los damnificados.
'La persecución a los Testigos de Jehová fue sistemática y el trato que recibían todos era degradante, cruel, indigno e inhumano. Eran sometidos a malos tratos en forma cotidiana y el 35 por ciento de mis representados sufrieron torturas similares a las que recibían los presos políticos en los centros clandestinos de detención de la dictadura', remarcó.
Según el letrado, además de las 'burlas e insultos por su condición religiosa, se los privaba de comida, agua y atención sanitaria' como una forma de poner a prueba su fe religiosa, que era considerada 'subversiva' por los militares.
Los Testigos de Jehová eran condenados a prisión por el delito de 'insubordinación agravada' y en las sentencias, con penas de tres a siete años de cárcel, se dejaba sentada la opinión que tenía sobre ellos el Vicariato Castrense.
'Esta increíble secta impide a los testigos vestir uniforme y usar armas, prohíbe donar sangre, reconocer Patria, Autoridad y Bandera, lo que demuestra su inhumanidad y su peligrosidad', dice uno de los fallos del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas.
Moreau sostuvo que la resolución gubernamental conocida hoy implica 'un reconocimiento histórico a la sistemática persecución que sufrieron los Testigos de Jehová, lo que en muchos casos significó cárcel, torturas, detenciones ilegales y sentencias arbitrarias que tenían que tener una reparación'.
[Fuente: Noticias Teocráticas, 31jul07]
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