28sep04

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Un mar de confusión.

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Llevamos unos días desayunándonos con doctrinas sobre la religión en los Centros Públicos. Parece que, para algunos, es el gran problema de nuestro sistema educativo.

Se pretende, así creemos haber leído en la nota informativa sobre la reforma educativa del MEC, una enseñanza de la religión no confesional, para todos los estudiantes, en el currículum común, esto es, ampliando los planes de estudio de Filosofía e Historia, que terminan siendo un cajón de sastre.

Por otro lado, la religión confesional, no sería computable a efectos académicos, y se incorporaría un nuevo ámbito de valores en una nueva área de Educación para la Ciudadanía, que no sería alternativa a la religión, pero tampoco sabemos si será una asignatura o una materia transversal. Deseamos que no se trate de una especie de Formación del Espíritu Nacional.

Lo más sangrante es que en ningún caso se ha debatido sobre la situación en la que quedarán más de 14.000 docentes de Religión y Moral Católica y de otras confesiones con Acuerdos con el Estado. No importan las personas, siempre que triunfe cualquier ideología, de uno u otro bando.

Si se relega la religión confesional a simple apéndice dentro de los Centros Públicos, ya que no puede ser excluida en virtud de los Acuerdos, del sistema educativo, el Ministerio de Educación y Ciencia será responsable de una fuerte confrontación.

Exigimos una mayor claridad de los postulados que encierran las declaraciones de intenciones del MEC, así como una respuesta a la situación laboral a la que se ven abocados miles de trabajadores de esta disciplina. No podemos permitir que se amorticen puestos de trabajo por la inanición que permiten los contratos de duración determinada o unos planes de estudio precipitados.

No es suficiente con la promesa de que la contratación y las condiciones de trabajo de los profesores de religión sean conformes a los derechos fundamentales y al Estatuto de los Trabajadores. Es necesario que el Partido Socialista que en la oposición defendió la estabilidad de estos docentes, no haya olvidado sus compromisos.

Por otro lado, el talante dialogante que pretende el equipo de gobierno, sin prejuzgar los resultados finales, debe materializarse con todos los que tenemos algo que decir sobre esta cuestión.

Finalmente, en pocos meses el Tribunal Constitucional debe pronunciarse sobre distintas cuestiones de inconstitucionalidad que han sido acumuladas a petición del Fiscal. Aquí nos jugamos mucho de nuestra relación laboral, pero si políticamente sólo se esgrimen posturas intransigentes, sin ninguna alternativa, no harán falta profesores.

UNIÓN SINDICAL INDEPENDIENTE DE TRABAJADORES-
EMPLEADOS PÚBLICOS
USIT-EP
28 de septiembre de 2004

DDHH en España

Este documento ha sido publicado el 29sep04 por el Equipo Nizkor y Derechos Human Rights