20jun03

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El Gobierno equipara la religión al resto de asignaturas con el aplauso de la Iglesia.

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Su evaluación contará para repetir curso y obtener la media para el acceso a la Universidad

La ministra de Educación, Pilar del Castillo, anunció ayer que la asignatura de Religión y su nueva alternativa, Hecho Religioso, computarán para repetir curso y para hacer la media para el acceso a la universidad. El ministerio ha creado con la Ley de Calidad de la Educación (LOCE) un área para integrar estas dos materias, con lo que les ha dado la misma entidad juridica que al resto. El portavoz de la Conferencia Episcopal manifestó ayer su "satisfacción" por que se dé una "relevancia real" a esta materia y el PSOE considera la medida "inconstitucional". IU, UGT y CCOO la recurrirán.

El Consejo de Estado había recomendado, en su informe sobre la legalidad de los desarrollos de la LOCE, que se otorgue la misma entidad jurídica a las asignaturas integradas en la nueva área de Sociedad, Cultura y Religión -formada por las asignaturas de Religión y Hecho Reltgioso- que al resto de las materias. Basándose en ese informe, no vinculante, enviado al ministerio el pasado viernes, y en otro anterior del Consejo Escolar del Estado, Pilar del Castillo, anunció ayer que esta área tendrá "las mismas consecuencias académicas que cualquier área en la ESO y el bachillerato". Esto significa que la Religión y el Hecho Religioso contarán para la repetición de curso en la ESO y el bachillerato, para obtener la nota media para el acceso a la Universidad, pero no para acceder a becas en el bachillerato.

En la actualidad existen variadas materias alternativas a la Religión (como actividades de estudio o prácticas de informática) que son computables a la hora de hacer la nota media, pero no para pasar de curso. Con la aplicación de esta reforma (en el curso 2004-2005), los alumnos de ESO y bachillerato tendrán que repetir curso con más de dos materias suspensas, una de las cuales podrá ser la Religión o el Hecho Religioso.

Tras 26 años de espera los obispos terminan así imponiendo sus criterios al Gobierno, después de 26 años en que otros ejecutivos (de UCD, del PSOE e incluso el primer Gobierno Aznar) habían rechazado una interpretación tan beneficiosa para el catolicismo del convenio bilateral firmado entre España y el Estado del Vaticano en 1976. La tesis del cardenal Antonio Maria Rouco, presidente de la Conferencia Episcopal, es que la asignatura de Religión es científica y debe tener por tanto, la misma consideración que, por ejemplo, las Matemáticas. Rouco cree además, que el convenio España-Santa Sede es supra constitucional.

El portavoz de los obispos, Juan Antonio Martínez Camino, que ayer estrenaba su cargo, expresó su satisfacción por el nuevo tratamiento de esa asignatura y dijo que, con la nueva normativa, se da cumplimiento al acuerdo firmado entre los dos Estados, insinuando así que hasta ahora se estaban incumpliendo.

Los alumnos deberán estudiar estas materias durante 11 cursos, de 1 de primaria a 1 de bachillerato. La evaluación de estas asignaturas en 1 de bachillerato contará para la nota final de esta etapa que hará media con la de la futura reválida para obtener la nota de acceso a la Universidad.

La nueva materia alternativa a la Religión es, según el Gobierno, "aconfesional" y, tal y como señalan los contenidos de los reales decretos, consiste en historia de las religiones en dos cursos (1 y 3 de la ESO) y en el resto trata temas como "la oración, la actitud religiosa, la persona ante el misterio y la fascinación de lo religioso", La ministra precisó ayer que impartirán esta materia los profesores de Historia y de Filosofía.

Los proyectos de real decreto señalan además que en la educación infantil (de 3 a 6 años), los padres podrán decidir si quieren que sus hijos estudien Religión, con lo que los centros que impartan estas etapas no obligatorias deberán ofrecerla y, por lo tanto, tener los profesores adecuados.

El PSOE solicitará la retirada del decreto por considerarlo "incompatible con la Constitución, la legislación y la jurisprudencia creada por el Tribunal Supremo", según manifestó la responsable de Educación de la Ejecutiva socialista, Carme Chacón. Con esta medida, agregó, se obliga a los ciudadanos a pronuncíarse sobre su fe, en contra de la libertad religiosa garantizada constitucionalmente. Chacón recordó que el Tribunal Supremo sentenció que el derecho de los padres a que sus hijos se eduquen en la Religión en la escuela no puede comportar un deber para las familias que no desean lo mismo.

Los sindicatos CC 00 y UGT anunciaron que recurrirán estos decretos por "anticonstitucionales y por vulnerar diversas sentencias del Supremo". CCOO dice que el Gobierno "se ha plegado a las instrucciones emanadas de la Conferencia Episcopal", y añade que "el ministerio define la alternativa a la Religión como historia de las religiones cuando no deja de ser un intento de acercamiento a la religión católica, con pequeños barnices de la islámica y la judaica". IU y UGT opinan que la solución pasa por eliminar el adoctrinamiento religioso de los colegios públicos.

La confederación laica de padres CEAPA opina que equiparar la asignatura de Religión con las demás "es discriminatorio para los alumnos porque no es posible evaluarlas con criterios mínimos de justicia". El secretario general de la Federación de Comunidades Judías de España, Jacobo Israel, también rechazó que la religión católica sea evaluable. Israel considera que la asignatura de catolicismo "debe estar fuera de la evaluación académica".

Fuente: S. Pérez de Pablos / J. A. Bedoya, Diario El País (Sociedad), Madrid - 20jun03.