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07sep01
Ruiz-Gallardón considera un "grave error" el cese de las cuatro profesoras de Religión y la directora del Instituto de la Mujer considera la medida "injusta y retrógrada".
MADRID.- A la Iglesia empiezan a salirle detractores en su cruzada por la moralidad docente dentro de las aulas. Tras la destitución de cuatro profesoras de Religión en Almería, Málaga, Canarias y Granada por no ser un «ejemplo de cristiandad» en su vida privada, políticos y profesionales han mostrado su desacuerdo con las actuaciones de los obispados nacionales.
El primero en poner el grito en el cielo fue el presidente de la Comunidad de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, quien calificó la decisión eclesiástica como «un error grave». Gallardón recordó que los responsables clericales «pueden tener los títutos jurídicos necesarios para despedir a las docentes, pero han actuado sin la prudencia y sensibilidad acordes con la realidad social actual». El presidente autonómico lanzó un aviso y declaró que no le gustaría que casos similares aparecieran en la Comunidad de Madrid, que tiene transferidas las competencias sobre Educación.
La directora general del Instituto de la Mujer, Pilar Dávila, se unió a la lluvia de críticas contra la destitución de los docentes de Religión. Dávila calificó de «retrógrada e injusta» la decisión de la Iglesia de cesar a las profesoras al no estar de acuerdo en términos «absolutos» con las normas que establece para la vida privada la doctrina cristiana, informa Efe.
La directora del Instituto de la Mujer recordó que las personas divorciadas « no tienen que verse privados del rehacer sus vidas ni tampoco que esto suponga un rechazo absoluto a la fe. La sociedad -explico- ha avanzado y quizá la Iglesia en esto hubiera estado más a la altura de las circuntancias».
El acuerdo entre el Estado y la Santa Sede ha sido otro de los objetivos principales de las críticas. Portavoces de Comisiones Obreras (CCOO) denunciaron ayer que los contratos de los profesores de Religión de los centros de enseñanza contravienen la Constitución y el Estatuto de los trabajadores. Según la misma fuente, una de sus cláusulas dice que si los docentes no dan testimonio de vida cristiana, la Iglesia puede rescindir su contrato, lo que, en su opinión, vulnera el artículo 14 de la Carta Magna.
El responsable de Acción Sindical de la Federación de Enseñanza de CCOO de Málaga, Francisco Gallego, denunció la indefensión de estos profesores, su precaria situación laboral, ya que hasta hace tres años carecían de contrato y sólo recibían gratificaciones por su trabajo.
Las reclamaciones y reproches de los profesionales que imparten Religión se producen en un tono más bajo, entre susurros. «Hay mucho miedo, parece que estamos viviendo una segunda Inquisición», comenta una profesora que imparte clase en un colegio marginal de Barcelona. «Tengo compañeros homosexuales y que tienen pareja sin casarse y están atemorizados», concluye otra docente.
Responsables de la Federación Nacional de Profesores de Religión que prefieren mantenerse en el anonimato por miedo a perder su empleo el próximo año, considera que la relación entre los maestros y la Iglesia «es de feudalismo, de vasallaje». La misma fuente considera que el acuerdo actual entre el Estado y la Santa Sede está «completamente obsoleto» y «deja indefensos a los profesores» frente a las decisiones eclesiásticas. Tras los despidos de tres compañeras por su comportamiento en su vida privada, la vicepresidenta de la Asociación Catalana de Profesores de Religión, Marisa Nogueres, recordó a los responsables clericales que «quién esté libre de pecado, que tire la primera piedra».
Por su parte, La Comisión Episcopal de Enseñanza y Catequesis aprobó ayer una declaración institucional en la que reiteró que «no se ha cometido ninguna injusticia, ni se ha violado ningún derecho por parte de los obispos de Almería y Canarias, que cuentan con el apoyo del resto de los obispos».
Su presidente, el arzobispo de Granada, Antonio Cañizares, negó que se tratara de un despido, al tiempo que argumentó que los profesores de Religión «saben perfectamente que han de desarrollar una docencia ajustada a la doctrina y moral de la Iglesia católica y han de mantener un comportamiento personal acorde con ella», informa Efe.
Fuente: Isabel Garcia, Diario El Mundo, 07sep01.
Conflicto enseñanza religiosa - DDHH en España
Este documento ha sido publicado el 27mar02 por el Equipo Nizkor y Derechos Human Rights