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La F.E.P.E.R. pide la dimisión de Pilar del Castillo, Ministra de Educación, por connivencia con la Jerarquía Eclesiástica.

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Ante las informaciones que están apareciendo estos días en la prensa nacional y otros medios de comunicación, la F.E.P.E.R. quiere aportar algunas consideraciones para que los ciudadanos puedan sacar las conclusiones más cercanas a la verdad.

1º.- Es cierto que muchos profesores de religión y moral católica no han cobrado, todavía, los salarios correspondientes a los meses de septiembre, octubre, noviembre y diciembre de 1.998. En esta situación se encuentran los profesores de las Comunidades de Andalucía, Galicia, Asturias, Murcia, Canarias, Navarra, y algunas otras. En su día la F.E.P.E.R. lo denunció al MECD.

2º.- Para el pago de estos salarios se transfirió, según han afirmado siempre desde el MECD, a la Conferencia Episcopal Española un dinero público correspondiente a la partida de los presupuestos del Estado de 1.998. Su objeto era el pago por las horas de trabajo realizadas por los profesores de religión católica en los centros públicos de enseñanza Primaria (EGB). Así consta en los documentos oficiales del Parlamento que obran en poder de la F.E.P.E.R. desde 1.999 hasta el día de hoy.

3º.- De acuerdo con toda esta documentación se ha producido en el seno de la Conferencia Episcopal Española o las Diócesis correspondientes una presunta apropiación indebida o enriquecimiento sin causa al recibir, para el pago de salarios de los profesores de religión y moral católica, un dinero que no se ha hecho efectivo a los mismos.

4º.- Sabemos que en aquella época, incluso el valor precio-hora trabajada era distinto entre las distintas Diócesis y hasta dentro de la misma Diócesis , dependiendo de causas cuando menos no objetivas.

5º.- Llama poderosamente la atención que el Secretariado de la Comisión de Enseñanza y Catequesis de la Conferencia Episcopal Española manifieste públicamente que "todas las diócesis han entregado siempre las cantidades totales que el Ministerio de Educación transfería para el pago de los profesores de religión católica" cuando entra en contradicción con lo manifestado en numerosas ocasiones por el MECD en el Congreso de los Diputados y en el Senado.

6º.- ¿Cómo se puede negar actualmente la evidencia? ¿Habrá que dudar de la veracidad de las contestaciones del MECD a los representantes del pueblo español en las Cortes?. ¿Habrá que cuestionar a los Tribunales de Justicia que condenan al MECD al pago de unos salarios que se ha demostrado no han cobrado los profesores?. ¿Habrá que dudar de los propios trabajadores cuando han sido objeto de semejante acción y no se les ha satisfecho sus haberes?. ¿ O acaso se pretende que se olvide todo, que pase como una mala broma, sigan los trabajadores castigados por lo que no hicieron y, entre tanto, a los causantes de semejante fechoría no se les exija responder y cumplir con sus responsabilidades?.

7º.- ¿No habrá ningún Sr. Obispo, sincero y valiente, que reconozca la verdad y esté dispuesto a colaborar para esclarecer lo ocurrido y tomar una decisión adecuada para cumplir con todos estos profesores?

8º.- Pensamos que es la Administración Educativa, en gran parte, la responsable de que no se hiciera un seguimiento de la buena administración de esos fondos tan cuantiosos y ahora se vea en la obligación de hacer frente a unos pagos que ya realizó a la Conferencia Episcopal Española con ese motivo. Ahora el MECD pagará, con dinero de todos los ciudadanos, dos veces por un mismo trabajo. ¿No se tomarán las medidas adecuadas para corregir semejantes actuaciones?.

9º.- Es muy grave que después de las preguntas que se han formulado en las distintas Cámaras desde 1.999 con contestación del Ministerio de Educación, Cultura y Deportes, la Sra. Ministra Pilar del Castillo, responda a la prensa diciendo que no conoce los hechos y que quiere "hacer acopio" de los datos precisos antes de emitir una opinión.

10º.- Esta desidia y despreocupación continuada supone un incumplimiento de las obligaciones y compromisos de la Sra. Ministra ante el Congreso y el Senado, ante los trabajadores y la Sociedad Española, y tiene como consecuencia que la Administración debe, por decisión judicial, pagar 2 veces por el mismo trabajo. Mantener esta situación es como aceptar de hecho una presunta malversación de caudales públicos. De lo que se derivan responsabilidades a las que deberá enfrentarse.

11º.- Entendemos que hay una connivencia de la Administración Educativa con la Conferencia Episcopal Española a la que permite seguir indefinidamente con esta injusticia de presunta apropiación indebida o fraude económico, que no se puede entender en un Estado Democrático en el que se deben controlar todos los pagos o subvenciones.

12º.- No se puede alegar prescripción de la acción sin justificar la injusticia patente que ello supone para el colectivo de los profesores de religión y moral católica.

13º.- Por todo ello, la F.E.P.E.R. exige:

a) que la Administración tome las medidas oportunas, sin dilación, ante una situación de tanta gravedad y cumpla con sus obligaciones.

b) la DIMISIÓN O CESE de la Ministra de Educación, Cultura y Deportes Sra. Pilar del Castillo por su ineficacia continuada y connivencia con los que, presuntamente, se han enriquecido sin causa.

14º.- Sería una demostración de justicia y un gesto de buena voluntad, por parte de la Administración Educativa, que hiciera extensiva a todos los profesores de religión de Primaria, el fallo de las últimas sentencias, pues todos sabemos que muchos no demandaron judicialmente semejante atropello por miedo a las amenazas recibidas y a las posibles represalias de los delegados/as diocesanos/as para mantener su precario puesto de trabajo.

15º.- Creemos que en beneficio de la transparencia de las acciones de Gobierno y en cumplimiento de una gestión eficaz, la Administración debe exigir, a quien sea responsable, la devolución del dinero y pagar a todos aquellos a quienes en su momento no se les abonaron los salarios que les correspondía.

Madrid 14 de diciembre de 2.002
Federación Estatal de Profesores de Enseñanza Religiosa - F.E.P.E.R.